Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo el lunes día 21 que Canadá debe encarar sus propios problemas de derechos humanos y no criticar sin motivo a otros países en este sentido.
El portavoz, Zhao Lijian, hizo los comentarios en la rueda de prensa diaria en respuesta a una integrante inuit del Parlamento de Canadá quien dijo que el país fue "construido sobre la opresión de los pueblos indígenas" y que "su historia está manchada de sangre".
La parlamentaria por Nunavut, Mumilaaq Qaqqaq, dijo el 15 de junio en su discurso de despedida que escuchó "muchas palabras bonitas como 'reconciliación', 'diversidad' e 'inclusión'" en relación con los asuntos indígenas, pero que no vio acciones.

Canadá debe encarar sus propios problemas de derechos humanos y no criticar sin motivo a otros países en este sentido.
"Las vidas indígenas importan", dijo Zhao. "La parte canadiense debe reflexionar sobre estos actos inhumanos que no pueden pasarse por alto con meras disculpas o palabras bonitas".
Tras destacar que Canadá ha afirmado ser un modelo de derechos humanos y un abierto defensor de la causa, Zhao dijo que el país se muestra reticente y ciego a ver sus propios crímenes y manchas en derechos humanos que nunca podrán lavarse o justificarse. "Esta hipocresía y doble moral es vergonzosa".
"Canadá debe dejar de engañarse a sí misma y a otros, asumir una dura visión de sus propios y graves problemas de derechos humanos y abordarlos con la responsabilidad que tiene ante la historia y el mundo", añadió.