En los últimos años, China se ha convertido bajo el liderazgo del Partido Comunista de China en la segunda economía del mundo y contribuye en nuestros días a participar y solucionar algunos de los principales desafíos a nivel internacional.
China ha ayudado activamente a combatir la pandemia de coronavirus a un buen número de países.
Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, y gracias a la solidaridad de su pueblo, China ha conseguido contener con éxito el contagio del virus y reducir su impacto en la economía.
Al mismo tiempo que el mundo es testigo del reparto desigual de vacunas, China -uno de los mayores fabricantes de vacunas-, ha hecho extensiva su ayuda.
Además de vacunar a su propia población, China ha proporcionado ayuda a más de 80 países y cuatro organizaciones internacionales. Además, ha exportado vacunas a más de cuarenta países y ha trabajado con más de diez naciones en la investigación científica para la vacuna, su desarrollo y producción. China ha suministrado inicialmente 10 millones de dosis de la vacuna COVAX y en total ha enviado al extranjero más de 350 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus.
La pandemia ha puesto de manifiesto que nadie está a salvo hasta que todos están a salvo. Una lección que también puede aplicarse al cambio climático. El presidente chino Xi Jinping, también secretario general del Cominté Central del Partido Comunista de China, ha hecho un llamamiento para unir esfuerzos en la batalla contra el cambio climático en la Cumbre del Clima celebrada en abril entre los principales líderes del mundo.
"Tenemos que trabajar sobre la base de las leyes internacionales, seguir el principio de equidad y justicia y concentrarnos en las soluciones efectivas. Tenemos que respaldar el sistema internacional de Naciones Unidas, trabajar en el marco del cambio climático propuesto en el acuerdo de París y trabajar para alcanzar las metas sostenibles establecidas para el año 2030", dijo Xi.
China ha anunciado que pretende alcanzar la neutralización de las emisiones de carbón antes de 2060. El compromiso se basa en los logros obtenidos ya en la reducción de las emisiones.
La intensidad de las emisiones de carbón de China ha descendido en un 48,1 por ciento desde finales de 2019 desde los niveles de 2005. Desde 2012 hasta 2019, el PIB de China ha crecido una media anual del siete por ciento, mientas que la energía consumida se ha incrementado tan solo un 2,8 por ciento interanual.
Además de los objetivos medioambientales, China también ha promocionado la cooperación basada en el beneficio mutuo.
El presidente Xi propuso la Iniciativa de la Franja y la Ruta en 2013. Una iniciativa de inmensas proporciones que tiene como objetivo conectar Asia, África y Europa por tierra y mar. El objetivo es mejorara la integración regional, aumentar el comercio y estumular el crecimiento económico. En enero, un total de 171 países y organizaciones internacionales habían firmado más de 2.000 acuerdos con China bajo la iniciativa de la Franja y la Ruta.
"He resaltado en varias ocasiones que la iniciativa de la Franja y la Ruta es un proyecto abierto a todos, no una vía privada. Todos los países que estén interesados en participar serán bienvenidos a cooperar y compartir los beneficios. La cooperación en la Franja y la Ruta persigue los valores del desarrollo y busca el beneficio mutuo y lleva implícito un mensaje de esperanza", destacó Xi.
El programa continúa con la propuesta del presidente Xi Jinping de la "construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad".

China ha ayudado activamente a combatir la pandemia de coronavirus a un buen número de países.