El cambio climático y la deforestación han hecho que una gran parte de la cuenca del Amazonas pase de absorber a emitir CO2 que calienta el planeta, una transformación que podría convertir al mayor aliado natural de la humanidad en la lucha contra el calentamiento global en un enemigo, informaron investigadores hace poco.
Cientos de muestras de aire a gran altitud recolectadas durante la última década mostraron que el sureste del Amazonas, en particular, ha pasado de ser un "sumidero" a una fuente de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, informaron en la revista Nature.
Los ecosistemas terrestres en todo el mundo son cruciales mientras el mundo lucha por frenar las emisiones de CO2, que superaron las 40.000 millones de toneladas en 2019.
Durante el último medio siglo, las plantas y el suelo han absorbido constantemente más de una cuarta parte de esas emisiones, incluso cuando la contaminación por CO2 aumentó en un 50 por ciento.
La cuenca del Amazonas contiene aproximadamente la mitad de las selvas tropicales del mundo, que son más efectivas para absorber y almacenar carbono que otra vegetación.