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Los musulmanes en Xinjiang celebran el Festival Corban
CGTN en Español
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02:32

Los musulmanes chinos residentes en la región autónoma uygur de Xinjiang celebran estos días el Festival Eid al-Adha, conocido en muchas zonas de Asia como Corban.

Estos días, el Gran Bazar Internacional de Xinjiang está más concurrido, en medio de las celebraciones del Festival Corban en Urumqi, capital de la región. Este festival también se conoce como Eid al-Adha, o fiesta del sacrificio.

El Gran Bazar, el más grande de su tipo en China, pone de manifiesto diversos aspectos de la cultura islámica, desde la arquitectura al entretenimiento.

"Mucha gente viene aquí hoy para experimentar el festival y celebrarlo con nosotros. Me siento muy orgullosa", dijo Aliya, musulmana uygur de Kashgar.

No musulmanes, residentes y turistas también se dejan imbuir por el espíritu de la fiesta. Gao Hang, proveniente de la provincia de Henan, cree que es una buena oportunidad para que sus hijos aprendan sobre las tradiciones y creencias de otras etnias del país.

"Sé que es un festival muy importante para los musulmanes. He traído a mi familia para que experimente la cultura", dijo Gao Hang, turista de Henan.

Los musulmanes chinos residentes en la región autónoma uygur de Xinjiang celebran estos días el Festival Eid al-Adha, conocido en muchas zonas de Asia como Corban.‍

Esta residencia en el centro de Urumqi está a rebosar. Ocho familias de tres generaciones se han juntado para disfrutar de un copioso festín. ¿El plato fuerte? Un cordero sacrificado el día antes como parte de los rituales de sacrificios a Alá.

"Esta es la casa de mis padres. Ya no vivimos con ellos. Mis hermanos y yo estamos muy ocupados con nuestras propias vidas, pero gracias al Corban podemos reunirnos y celebrar", dijo Abureyim Rejip, musulmán uygur.

Tradicionalmente, la carne de los animales sacrificados se divide en tres porciones: una para la familia cercana, una para otros familiares y una para amistades. El resto será para caridad, una oportunidad para que toda la comunidad musulmana ayude a los necesitados.

"Compartimos la carne con la gente de la comunidad que no puede permitirse comprarla. De esta forma, todos podemos disfrutar de esta ocasión especial", dijo Abureyim Rejip.

La celebración nunca está completa si no hay música, comandada por el patriarca de la familia.

"Nos alegra poder reunirnos. El año pasado fue difícil por la pandemia", dijo Rejip Imin, musulmán uygur.

El Festival Corban lo celebran una decena de grupos étnicos en China. Pero al contrario que en otras partes del país, en Xinjiang, hogar de unos 11 millones de uygures, la mayoría musulmanes, es una festividad oficial. Se prolonga tres días, hecho que permite a musulmanes y no musulmanes disfrutar de lleno del festival.