Chipre busca convertir un antiguo puerto de piedra escondido en el Mediterráneo en una nueva atracción para los turistas, al tiempo que la isla nación trabaja para diversificar su oferta turística.

En la costa sur de Chipre, en la orilla del Mediterráneo, yace un antiguo puerto. Según la leyenda, un poderoso rey guerrero hizo construir este puerto hace unos 2.400 años para impedir una potencial invasión naval de su rival y regente de Egipto, Ptolomeo I.

Arqueólogos franceses consideran que se trata de un trabajo incompleto de fortificación militar. Pronto, el puerto se convertirá en una nueva atracción turística en Chipre, donde los veraneantes podrán hacer snorkel cerca de sus restos sumergidos.

"El puerto de Amathus es una impresionante obra pública a gran escala que parece estar relacionada con los problemas que tuvieron los sucesores de Alejandro Magno por el control de su imperio. Es realmente único en Chipre y en todo el este del Mediterráneo debido a su estado de preservación y proximidad con la costa", afirmó Yianis Violaris, alto funcionario del Departamento de Antigüedades.

Violaris asegura que estas características pueden atraer a más gente en medio de un aumento del interés global por el turismo. Chipre, además, ha obtenido premios por sus aguas limpias, hecho que facilita ese impulso al turismo.

El turismo representa, directamente, cerca del 13 por ciento de la economía de Chipre. La fuerte y repentina caída del turismo a causa de la pandemia a lo largo de los últimos 18 meses ha forzado a los responsables de la industria a salir de su zona de confort para incentivar la vuelta de viajeros.

Según las últimas estadísticas oficiales, entre enero y febrero de este año llegó un 86 por ciento menos de turistas que en el mismo periodo de 2019, cuando Chipre registró un récord de turistas en la isla.

Las autoridades del turismo esperan que la industria repunte este mes, una vez que Reino Unido y Rusia, los dos principales mercados de Chipre, pongan a la isla nación en la lista verde de destinos seguros.

Violaris asegura que estas características pueden atraer a más gente en medio de un aumento del interés global por el turismo.