El llamado informe sobre el rastreo del origen de la COVID-19 presentado por congresistas estadounidenses está basado totalmente en mentiras inventadas y hechos distorsionados sin proporcionar ninguna evidencia, lo cual no es creíble ni científico, afirmó hoy un portavoz de la cancillería china.
El 2 de agosto, Michael McCaul, líder republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense, publicó un informe afirmando que existe una preponderancia de evidencia de que el virus se fugó del Instituto de Virología de Wuhan (IVW) en algún momento antes de septiembre de 2019. También aseguró que el IVW, con ayuda de expertos estadounidenses y con fondos de los gobiernos chino y estadounidense, realizaba investigación sobre ganancia de la función.
En respuesta, el portavoz chino dijo que el informe pertinente, basado totalmente en las mentiras inventadas y hechos distorsionados sin proporcionar ninguna evidencia, no es creíble ni científico. Lo que los congresistas estadounidenses pertinentes han hecho desprestigia y calumnia a China en busca de beneficios políticos. "Expresamos una categórica oposición y una fuerte condena para tales actos despreciables que no tienen ninguna base moral", señaló el portavoz.
En febrero de este año, un equipo conjunto de expertos de China y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) visitó el IVW y tuvo intercambios a profundidad y francos con expertos ahí. Los miembros del equipo conjunto de expertos elogiaron la apertura y transparencia del instituto, y llegaron a una importante conclusión en el informe del estudio conjunto de que la acusación de la fuga de laboratorio es sumamente improbable, dijo el portavoz.

En febrero de este año, un equipo conjunto de expertos de China y de la OMS visitó el IVW y tuvo intercambios a profundidad y francos con expertos ahí.
El portavoz añadió que en 2003, la parte estadounidense utilizó un tubo de ensayo de detergente en polvo como evidencia de la posesión de Irak de armas de destrucción masiva. No es necesario ir tan lejos para obtener una lección, y la comunidad internacional no debe permitir que tal cosa ocurra de nuevo.
"Debe indicarse que la manipulación política de la parte estadounidense sobre el rastreo de los orígenes ha generado un abrumador rechazo de la comunidad internacional. Hasta ahora, 70 países han expresado oposición a la politización del rastreo de los orígenes y han subrayado la importancia de respetar el informe del estudio China-OMS por medio del envío de cartas al director general de la OMS y de declaraciones. Esto muestra que las personas perspicaces en el mundo pueden distinguir entre lo correcto de lo incorrecto. Estados Unidos debe escuchar estas voces objetivas e imparciales", dijo el portavoz.
Si estos congresistas estadounidenses tienen un sentido de responsabilidad, aunque sea una pizca, por su propio pueblo, deben urgir al Gobierno estadounidense a que dé a conocer cuanto antes los historiales médicos de los infectados en los brotes inexplicables de enfermedades respiratorias en Virginia y el EVALI a gran escala en Wisconsin y Maryland en 2019, y del personal militar estadounidense que enfermó durante los Juegos Mundiales Militares en Wuhan, y que permita una investigación internacional a fondo del laboratorio de Fort Detrick y de los más de 200 laboratorios biológicos estadounidenses en el extranjero, dijo el portavoz.
"En cuanto a la investigación de ganancia de funciones de los coronavirus, Estados Unidos ha proporcionado más financiamiento y ha realizado más experimentos en esta área que cualquiera. ¿Por qué los congresistas no averiguan si existe esa investigación en su país y si podría o no crear el nuevo coronavirus?"
El portavoz instó a Estados Unidos a respetar los hechos y la ciencia y a centrarse en la lucha contra la COVID-19 y en salvar vidas, en lugar de dedicarse a la manipulación política con el pretexto de la epidemia y a atribuir culpas a otros.