El Consejo de Estado francés prohibió el viernes pasado, día 6 de agosto, las técnicas de caza de aves más tradicionales, tras una prohibición similar en junio de la caza con trampas de pegamento.
Las nuevas técnicas prohibidas incluyen prácticas populares en las regiones del suroeste de Francia y en la región de las Ardenas, en el este del país, como la caza con redes o jaulas para pájaros.
La decisión se tomó en un momento en el que la Unión Europea registra un descenso de las poblaciones de aves desde hace décadas.
Los activistas medioambientales han acogido con satisfacción la prohibición, ya que, según ellos, 150.000 aves mueren anualmente en Francia a causa de técnicas de caza no selectivas, como las trampas de pegamento. Sin embargo, algunos cazadores franceses denunciaron la medida, afirmando que estas técnicas forman parte de la pasión por la caza.

La decisión se tomó en un momento en el que la Unión Europea registra un descenso de las poblaciones de aves desde hace décadas.