Mientras que la mayoría de los países de Europa están sufriendo una nueva oleada de restricciones debido a la COVID-19, en el norte de España hay una excepción. La ciudad de Barcelona, que cuenta con una mezcla única de arte, historia y buen clima, es uno de los bastiones europeos para el turismo.
Los turistas vuelven poco a poco a Barcelona. Si hablamos de turismo internacional, Barcelona es sinónimo de Antoni Gaudí. Sus edificios de formas orgánicas, entre los que se incluyen la icónica Sagrada Familia, son algunas de las atracciones turísticas más importantes de la ciudad, además de ser patrimonio de la humanidad de la UNESCO. En la actualidad hay un límite de aforo debido a las restricciones por el coronavirus.

En el Barrio Gótico de Barcelona, el estilo romano coexiste con el estilo de principios de la Edad Media y está presente en iglesias, museos y edificios de viviendas.
La ciudad española ha impuesto restricciones a la movilidad desde la una de la madrugada hasta las 6 de la mañana hasta el 20 de agosto. Los bares y restaurantes permanecen abiertos desde las 6 de la mañana hasta las doce y media de la noche.
Barcelona también cuenta con tesoros arquitectónicos. En el Barrio Gótico el estilo romano coexiste con el estilo de principios de la Edad Media y está presente en iglesias, museos y edificios de viviendas.
El año pasado fue desastroso para la economía local y el turismo en la ciudad sufrió las consecuencias. En 2019, viajaron a Barcelona cerca de 12 millones de turistas, mientras que en 2020 solo lo hicieron 3,3 millones. Este año las autoridades esperan un incremento del 50 por ciento con respecto al año pasado.