En la pintoresca prefectura de Dali, provincia de Yunnan, en el suroeste de China, la ciudad de Xizhou se ha transformado en un importante destino turístico. Gente de todo el país está pululando para admirar su cultura étnica distintiva.

En Xizhou, el gobierno local ha estado desarrollando el patrimonio cultural e histórico y las costumbres del grupo étnico local Bai. Desde 2017, la empresa de desarrollo turístico local ha combinado las actividades agrarias tradicionales con las fiestas turísticas. Los espectáculos rurales de las cuatro estaciones del año han atraído a curiosos habitantes urbanos de todas partes.

Peng Tao, teniente de alcalde de Xizhou, explicó: "En la siguiente fase de nuestro esfuerzo, recurriremos al modo de operación orientado al mercado e intentaremos involucrar a los residentes locales. Diseñaremos una variedad de mecanismos de incentivos y aplicaremos el concepto de 'Turismo sin límites'. El concepto permitirá a los visitantes sumergirse en la cultura de la ciudad y disfrutar más plenamente durante su estancia aquí. Será una pieza central en nuestro programa de reactivación rural".

Con una población de alrededor de 2 millones de personas, el pueblo Bai es una de las 55 minorías étnicas de China. Aproximadamente el 80% vive en la prefectura autónoma de Dali Bai de la provincia de Yunnan. Bai significa literalmente blanco en chino y la gente de Bai ha adoptado durante mucho tiempo el color como parte de su identidad. Tradicionalmente, el pueblo Bai ha sido cultivador de arroz, pero también cultiva trigo y diversas verduras y frutas. Y sus fiestas étnicas se originaron en el ciclo anual de la agricultura.

Xizhou ha combinado las actividades agrarias tradicionales con las fiestas turísticas.