En Rusia, la ciudad de Moscú acogió el pasado fin de semana el festival "Autocultura", que congregó a los amantes de los coches de colección, quienes presentaron sus mejores modelos.
En medio de las estatuas y los cuidados jardines que pueblan una histórica finca ubicada a 20 kilómetros al oeste de Moscú, coleccionistas de automóviles muestran al público sus mejores modelos. El festival anual Autocultura tiene algo para todos los gustos: clásicos, leyendas de los deportes de motor, todoterrenos y vehículos deportivos espectaculares, que normalmente permanecen lejos de los ojos del público en colecciones privadas y talleres de restauración.
"En Rusia nunca ha habido un culto hacia los automóviles, no había una 'autocultura' como tal. Es algo que estamos tratando de cambiar. Queremos generar una cultura sobre los coches, un movimiento en torno a ellos. Que se convierta en algo masivo", dijo Filip Fedotov, organizador del festival Autocultura.
Ésta es sólo la tercera edición del festival, que está ganando auge rápidamente. El año pasado, el evento puso en exhibición unos 80 coches, pero este año la cifra se disparó hasta más de 250. Más de 10.000 visitantes viajaron a la localidad para presenciar el festival, frente a los 2.000 de la vez pasada. Al congregar a coleccionistas de automóviles con entusiastas de todo el país, el encuentro aspira a fomentar el crecimiento de la cultura automovilística de Rusia.

En Rusia, la ciudad de Moscú acogió el pasado fin de semana el festival "Autocultura", que congregó a los amantes de los coches de colección, quienes presentaron sus mejores modelos.