En vísperas del vigésimo aniversario del ataque terrorista 11 de septiembre de 2001, la guerra en Afganistán desatada por Estados Unidos terminó con un fracaso. En la etapa final de la retirada apresurada de las tropas estadounidenses, una rama de la organización extremista del Estado Islámico creó sucesivamente explosiones en la capital afgana, Kabul, matando a cientos de personas, incluidos 13 soldados estadounidenses.
¿Por qué esa llamada "guerra contra el terrorismo" que duró 20 años, costó más de 2 billones de dólares estadounidenses e hizo perder la vida a más de 20.000 soldados estadounidenses terminó en una derrota tan grande? El mundo entero está reflexionando sobre ello.
En octubre de 2001, Estados Unidos envió tropas a Afganistán en nombre de la "lucha contra el terrorismo". En ese momento, la comunidad internacional expresó en general simpatía y solidaridad con los Estados Unidos por la aspiración común de la lucha contra el terrorismo. Aunque Estados Unidos mató a Osama bin Laden, líder de Al-Qaeda en 2011, la situación antiterrorista no ha mejorado de manera fundamental. En los últimos 10 años, los principales países occidentales se han enfrentado a muchos ataques terroristas graves y las actividades terroristas a escala mundial se han intensificado.
Después de 20 años, ¿por qué fracasó la política antiterrorista de Estados Unidos? Como han señalado algunos analistas, una de las razones clave es que Estados Unidos se basa completamente en sus propios intereses en lo que respecta a la lucha contra el terrorismo, ignorando los intereses de otros países y regiones y adoptando diferentes estándares de juicio al juzgar qué es terrorismo y qué no es terrorismo. Este "estándar dual" antiterrorista ha contribuido al crecimiento y la propagación del terrorismo.

Son repatriados los cuerpos de los soldados estadounidenses que cayeron victimas durante los atentados en Kabul.
De hecho, al comienzo del envío de tropas a Afganistán, Irak y otros países, los políticos estadounidenses han realizado elaborados "cálculos de intereses", tratando de vincular estrechamente el antiterrorismo con el objetivo de promover el hegemonismo e incluso subvertir los regímenes de otros países.
Otra práctica peligrosa de los Estados Unidos es, bajo la bandera de "antiterrorismo", dividir el campo antiterrorista con la ideología y el pensamiento de la Guerra Fría, jugando con el doble estándar para mantener la hegemonía estadounidense. Esto no es más que apoyar a los terroristas y causar un daño tremendo a la cooperación mundial contra el terrorismo.
En los últimos años, a medida que Estados Unidos intensifica su contención estratégica contra China, el antiterrorismo ha sido una herramienta política para Estados Unidos en la competencia entre potencias. Los políticos estadounidenses hacen la vista gorda ante los crímenes de terroristas violentos que mataron a personas inocentes en China. En cambio, bajo el disfraz de "derechos humanos" y "religión", desacreditan brutalmente las medidas razonables del Gobierno chino para combatir el terrorismo y el extremismo en Xinjiang. Estados Unidos no sólo evocó el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental como una organización terrorista, sino que también preparó los llamados proyectos de ley relacionados para imponer sanciones a China. Este "doble estándar" de lucha contra el terrorismo basado en el interés político propio ha sacudido gravemente la base de confianza para la cooperación entre diversos países en la lucha contra el terrorismo, y también son perjudiciales para la propia lucha contra el terrorismo de los Estados Unidos.
El terrorismo es el enemigo común de la humanidad. Estados Unidos ha experimentado los ataques terroristas del 11 de septiembre y debe sentir un gran dolor contra el terrorismo. También debe comprender que aumentar la confianza mutua y generar consenso entre todos los países es la forma correcta de combatir el terrorismo. En la actualidad, frente a los severos desafíos del terrorismo y el extremismo, Estados Unidos debe abandonar el acto equivocado del "doble estándar" antiterrorista; de lo contrario, solo se tragará más resultados perversos en la lucha contra el terrorismo, dañando a otros y a sí mismo.