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¿Cómo respondieron China y Estados Unidos a la "Cuestión del siglo" ? Xi Jinping dio la respuesta
CGTN en Español

Autor: Yu Yuan Tan Tian

En la mañana del 10 de septiembre, invitado por los Estados Unidos, el presidente de China Xi Jinping mantuvo una llamada telefónica con el presidente estadounidense Joe Biden, y tuvieron comunicaciones e intercambios estratégicos sinceros, profundos y extensos sobre las relaciones sino-estadounidenses y temas relacionados de interés común.

Esta llamada es la undécima llamada que se ha realizado entre el presidente Xi Jinping y un jefe de estado o gobierno en un mes. Además de la decimotercera cumbre de BRICS que acaba de asistir, en el último mes el presidente Xi Jinping también ha asistido a tres importantes eventos multilaterales internacionales en línea. 

También es la segunda llamada telefónica de este año que el presidente Xi Jinping sostuvo con el presidente estadounidense Biden a su invitación. Cuando CNN emitió la noticia, enfatizó que fue Estados Unidos quien tomó la iniciativa para realizar esta llamada. 

Las caóticas nubes sobrevuelan tranquilamente. La diplomacia del jefe de Estado chino siempre ha estado estrechando los lazos de cooperación global.

En cuanto a las cooperaciones, no importa si los Estados Unidos son sinceros o tienen otros planes, China siempre mantiene la compostura y responde con calma. 

Las relaciones entre China y Estados Unidos son una de las relaciones bilaterales más importantes del mundo. Durante la llamada, el presidente Xi Jinping mencionó: China es el mayor país en vías de desarrollo y los Estados Unidos es el mayor país desarrollado. Tratar bien las relaciones bilaterales significa mucho para el futuro del mundo, y es una cuestión a la que los dos países deben responder bien. 

La cooperación entre China y Estados Unidos podrá beneficiar tanto a ambos países como al mundo. Cuando Biden asumió el cargo, la comunidad internacional tenía expectativas de mejorar las relaciones entre China y Estados Unidos. 

Como miembro de la primera delegación enviada por el Congreso de Estados Unidos a China en 1979, el entonces senador Biden llegó a China por primera vez. Mencionó en un discurso interno que el desarrollo de China es beneficioso para los Estados Unidos. En 2011, Biden visitó China de nuevo. 

Después de esa visita, Biden publicó un artículo en la prensa estadounidense: "El ascenso de China no es nuestro fin". En el artículo decía: "El ascenso de China ha traído oportunidades y competencia, y Estados Unidos puede florecer y lo hará en esta competencia". 

En la víspera del Año Nuevo Chino de este año, durante la primera llamada entre los jefes de estado de los dos países, Biden también rindió un saludo del Año Nuevo Chino al pueblo chino. Según fuentes oficiales, aquella llamada fue iniciada por los Estados Unidos y escogió el momento de la Fiesta de Primavera. 

Sí que expresó su sinceridad al principio, pero lamentablemente, sus acciones no siguieron a sus pensamientos. 

Después de que Biden asumiera su cargo, las relaciones entre China y Estados Unidos han ido cada vez más distantes. En los últimos meses, el Congreso de EEUU ha presentado decretos sobre China más que nunca. En julio, en sólo un mes hubo más de una docena de decretos, y la mayoría de ellos recomendaba políticas opuestas o restrictivas. La represión y contención hacia China por parte de Estados Unidos es incluso más fuerte que antes. 

Estados Unidos va en contra de la postura positiva inicial. Las expectativas de la comunidad internacional sobre la mejora de las relaciones chino-estadounidenses han fracasado. Wu Xinbo, director del Centro de Estudios Estadounidenses de la Universidad de Fudan, dijo: 

"Estados Unidos ha cometido un error estratégico grave sobre China. Estados Unidos toma a China como su principal rival estratégico. Pensando que todo lo que hace China va en contra de Estados Unidos, está debilitando el liderazgo estadounidense y quiere dominar el orden internacional". 

"Deja que se levante la tormenta." China siempre busca soluciones, no importa lo difícil que sea la situación. A principios de año, el presidente Xi Jinping dio la clave para "romper el hielo" de las relaciones entre China y Estados Unidos: 

China y Estados Unidos tienen puntos de vista diferentes sobre algunos temas. Lo más importante es respetarse y tratarse como iguales. 

El 18 de marzo de este año, por invitación de los Estados Unidos, China mantuvo un diálogo estratégico de alto nivel con los Estados Unidos en Anchorage. Un día antes del encuentro, Estados Unidos volvió a intensificar sus supuestas sanciones contra China por la cuestión de Hong Kong. En respuesta, el canciller Wang Yi respondió en el diálogo: “Esta no es una forma normal de hospitalidad. Si Estados Unidos quiere usar esto para mejorar su supuesta ventaja sobre China, está calculando completamente mal y simplemente expone su debilidad e impotencia.” 

Por un lado, hablaba de cooperación y por otro lado contenía y reprimía China. China rompió la ilusión de los Estados Unidos de aprovechar al máximo las ventajas y hacer negocios maliciosos. 

En julio, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Sherman, visitó China. Estados Unidos siguió con sus pequeños trucos y deambuló por los países del sudeste asiático en un intento de ganarse aliados. La parte china trazó directamente una línea roja en las conversaciones, hizo una solicitud, aclaró las "dos listas" y las "tres límites", y declaró claramente que no aceptaría que Estados Unidos tratara con China desde su "estatus de potencia". 

La vergonzosa escena en la que Estados Unidos pasó la mitad del tiempo hablando sobre China en la cumbre del G7 sin ninguna respuesta, China rompió una vez más la ilusión de que Estados Unidos reprimió a China mientras creaba sus aliados para dominar las relaciones entre China y Estados Unidos. 

Wu Xinbo decía: "La actitud de China es muy clara. El marco de" competencia, cooperación y confrontación "de EEUU no va a funcionar. Tanto las "dos listas" como "los tres límites" sirven para establecer un nuevo marco para la interacción entre China y EEUU. Solo con respetar las preocupaciones y los intereses de China se puede hablar de cooperaciones y competencias ". 

Todo está a favor de China. 

Una potencia debe actuar como una potencia. Durante la llamada, el presidente Xi Jinping mencionó: 

En la actualidad, la comunidad internacional se enfrenta a muchos problemas comunes. China y Estados Unidos deben mostrar el panorama general, asumir grandes responsabilidades, mirar hacia adelante, continuar, mostrar coraje estratégico y coraje político y hacer que las relaciones entre China y EEUU caminen en una dirección correcta hacia el desarrollo estable. De esta forma beneficiando a la gente de ambos países y de todo el mundo.

Justo en el momento de la conversación telefónica, el número acumulado de casos confirmados de Covid-19 en los Estados Unidos de este año ha superado al del año pasado. El huracán Ida sigue azotando, y Nueva York y Nueva Jersey están en un estado de emergencia. 

El huracán Ida sigue azotando, y Nueva York y Nueva Jersey están en un estado de emergencia.

La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán dejó un caos e hizo que el índice de aprobación de Biden cayera a su nivel más bajo desde que asumió el cargo. Según una encuesta conjunta realizada por Reuters e Ipsos, el índice de aprobación de Biden se ha reducido en siete puntos porcentuales, y solo el 46% de los adultos estadounidenses aprueban el desempeño de Biden en su cargo. 

Según una encuesta conjunta realizada por Reuters e Ipsos, el índice de aprobación de Biden se ha reducido en siete puntos porcentuales.

Se ha emitido una "alerta roja" debido a numerosas crisis, y la actitud de Estados Unidos hacia China está experimentando cambios sutiles. Al respecto, Wu Xinbo utilizó una frase para resumir: “Al principio arrogante, y después respetuoso.” 

Después de asumir el cargo, Biden deliberadamente trató a China con frialdad al principio, diciendo nominalmente que necesitaba evaluar sus políticas exteriores dirigidas al país asiático, pero en realidad se ocupaba en relacionarse con algunos aliados para restar importancia a las relaciones con China. 

A partir de mayo, EEUU se apresuró a empezar a comunicarse con China cada vez con más frecuencia. 

Primero, varios miembros del equipo comercial y económico de EEUU, como representantes de Comercio de EEUU y la secretaria del Tesoro de EEUU, entre otros, empezaron a hablar por teléfono con la parte china sucesivamente; en julio, la Subsecretaria de Estado de EEUU, Wendy Sherman se ofreció a visitar China; en agosto, el Ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi también habló dos veces por teléfono con el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, por invitación de ese último. 

Paralelamente al aumento de la frecuencia de los intercambios entre las dos potencias, se ha ido agravando de forma gradual el dilema del país norteamericano en sus asuntos tanto internos como externos. 

La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, advirtió no hace mucho tiempo que los aranceles impuestos y que se siguen imponiendo sobre China han perjudicado a los intereses de los consumidores domésticos. Y los aranceles, a los que Estados Unidos ha tardado en poner fin, están haciendo subir el nivel de inflación en el país norteamericano, donde se registró en el primer semestre, en un momento dado, el nivel de inflación más alto en los últimos 13 años. 

Interesantemente, Bloomberg reveló en agosto que Yellen estaba considerando un viaje de visita a China, que probablemente sería la primera conversación económica cara a cara entre funcionarios de los dos lados desde que el gobierno de Biden asumió el cargo. 

Yellen estaba considerando un viaje de visita a China, que probablemente sería la primera conversación económica cara a cara entre funcionarios de los dos lados desde que el gobierno de Biden asumió el cargo. 

Aunque queda tiempo para observar las verdaderas intenciones de la parte estadounidense, el país norteamericano, habitualmente enfocado solo en la competencia, también ha empezado a tener que tomar una actitud más racional y pragmática que antes. 

EEUU volvió a arrojar señales de diálogo y cooperación activos mediante esta llamada telefónica y la razón de ello, como ya mencionó el presidente chino Xi Jinping en su última conversación telefónica con Biden, es que una pugna entre los dos países sería sin duda un desastre para ambas naciones y el mundo. Por lo tanto, el mandatario chino repitió en esta conversión que si China y EEUU se enfrentan, ambos países y el mundo sufrirán. 

Recientemente, la Institución Brookings, un think tank de influencia global, publicó un artículo dedicado al tema, titulado ‘Nuevos cambios en las relaciones entre Estados Unidos y China: una creciente competencia, una dependencia en aumento’, cuyo mensaje concluyente es muy claro: a pesar de que Estados Unidos refuerza su orientación competitiva con China, su dependencia de este país asiático se está profundizando gradualmente. 

No obstante, solo el hacedor puede deshacer lo que ha hecho. Como dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, en su reunión con el enviado especial del presidente estadounidense contra la crisis climática, John Kerry, "la pelota está ahora en el tejado estadounidense." 

Dado que es Estados Unidos el país que está recibiendo más y más incredulidad del mundo, si quiere realmente cooperar, sólo tiene que abandonar sus viejas estrategias y afrontar la realidad para dialogar abiertamente con la parte china. Es imposible y poco realista poner etiquetas sobre China o intentar dar órdenes a China. En todo caso, China sólo seguirá su propio camino. 

En esta ocasión, la conversación entre los dos jefes de estado abarcó una amplia gama de temas, como el cambio climático, la prevención y el control de la pandemia, la recuperación económica y los asuntos internacionales y regionales importantes, temas que aborda el presidente chino con frecuencia en los encuentros diplomáticos de jefes de Estado. 

En lo que va de año, el presidente Xi Jinping ha asistido a través de videoconferencia  a más de 10 importantes eventos internacionales multilaterales y bilaterales, en los que se ha mostrado la confianza diplomática de una gran potencia y la visión de un líder para contribuir al mundo. 

En la 13ª reunión de los líderes de los BRICS, celebrada justo antes de esta conversación, el presidente chino anunció que el país asiático donaría otros 100 millones de dosis de vacunas a los países en desarrollo hasta el final de 2021. En la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de los países vecinos de Afganistán que acaba de celebrarse, el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, también anunció que China decidió proporcionar urgentemente al país afgano alimentos, suministros invernales, vacunas y medicamentos por valor de 200 millones de RMB. 

La pandemia de la COVID-19 no ha frenado la cooperación de China con el mundo, al contrario, el mundo entiende más que nunca la trascendental connotación de un destino común compartido para la humanidad. Xi también expuso en la llamada con Biden la posición de China sobre el cambio climático y otros asuntos, subrayando que el país asiático se adhiere al camino que pretende priorizar la ecología y seguir una vía verde de desarrollo y de bajo carbono, y siempre ha sido proactiva a la hora de asumir responsabilidades internacionales que se ajustan a sus propias condiciones nacionales. 

El año pasado, China fijó una agenda detallada para su contribución verde. Xi anunció en la 75ª Asamblea General de las Naciones Unidas que China se esforzará por alcanzar el nivel máximo de emisiones de carbono en 2030 y alcanzar el objetivo de la neutralidad de carbono en 2060. 

Esto significa que China se convertirá en el país con la mayor reducción de carbono a nivel mundial y el país con el menor tiempo de la historia mundial para pasar del máximo de emisiones de carbono a la neutralidad. 

La contribución de China al desarrollo ecológico es bastante significante, y el país asiático tiene su propio ritmo para alcanzar la meta. 

El 3 de septiembre, Kerry concluyó su segunda visita a China en el año. Una vez más, se intercambian opiniones con China sobre cuestiones climáticas. Cabe destacar que esta vez no hubo ninguna declaración conjunta entre las dos partes. Según explicó Wu, China toma el Acuerdo de París como el principio para abordar el cambio climático, no los requisitos de la parte estadounidense, por lo que, si la parte norteamericana exige a China, naturalmente China lo ignorará. 

No se puede dictar una cooperación, sino que hay que obtenerla mediante  negociaciones. 

La premisa sobre la colaboración entre las dos partes en materia del cambio climático fue tal como ha aclarado el presidente chino durante la llamada: seguir dialogando entre ambas partes sobre la base del respecto recíproco a los intereses fundamentales y gestionando adecuadamente las disputas. 

Estados Unidos siempre ha deseado que la cooperación acerca del cambio climático entre los dos lados se convierta en un oasis en las relaciones bilaterales, pero el oasis desaparecerá tarde o temprano si está rodeado de desiertos. En otras palabras, es imposible descontextualizar la cooperación entre Estados Unidos y China en el cambio climático del entorno general de las relaciones entre ambos países. 

China ha ofrecido su propia solución para tratar las relaciones chino-estadounidense, una inevitable cuestión del siglo que necesite respuestas. China espera y verá cómo responde Estados Unidos. 

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2025-04-04 08:32 GMT