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El chocolate, una pasión que da alegría a los argentinos
XINHUA

El chocolate se ha consolidado en Argentina como una pasión entre sus residentes, quienes lo consumen de distintas formas sin dudar en considerarlo un placer.

Argentina registra uno de los consumos per cápita de chocolate más altos de América Latina, estimado en unos dos kilogramos al año y con margen para crecer, según estudios locales.

Rodrigo Carballo, el titular de la empresa Codeland Chocolates Premium, declaró que el chocolate en la cultura argentina es súper importante. El dulce por excelencia de Argentina es el alfajor (dulce artesanal formado por dos piezas circulares de masa unidas entre sí por alguna sustancia cremosa) y el alfajor que más se comercializa está bañado con chocolate.

Carballo resaltó que el chocolate está en todo, en las golosinas, en las tortas (pasteles), en el helado. Hay una pasión por el chocolate, un producto que se consume mucho.

Argentina celebra cada 13 de septiembre, al igual que otros países, el Día del Chocolate, una fecha que coincide con el día del nacimiento de dos figuras que contribuyeron a la promoción de este producto.

Se trata de Milton Hershey, fundador de The Hershey Chocolate Company, así como el escritor británico Roald Dahl, autor de "Charlie y la fábrica de chocolate".

Argentina registra uno de los consumos per cápita de chocolate más altos de América Latina, estimado en unos dos kilogramos al año y con margen para crecer.‍

Carballo enfatizó que les encanta, les apasiona el chocolate. Es un alimento que a todo el mundo le gusta, que tiene millones de características y beneficios que hacen bien a la salud. Es muy gratificante para ellos hacer chocolates. Además, añadió que esperan seguir por muchas generaciones más.

La firma Codeland tiene instalaciones en la ciudad de San Martín, periferia noroeste de Buenos Aires, y es fruto de una tradición chocolatera que aglutina a cuatro generaciones de la familia Carballo.

"Partimos de los derivados del cacao. Tenemos de distintos orígenes y procesamos desde los derivados, como azúcar o leche en polvo, hasta lo que puede ser una tableta o los productos que vendemos actualmente en locales de 'retail' (minoristas) o casas de repostería, donde mucha gente lo usa como un insumo para elaborar sus productos", explicó el empresario.

La operación de la firma está centrada en la elaboración a nivel industrial y el abastecimiento a hoteles, restaurantes y empresas de "catering" (banquetes), aunque la pandemia de la COVID-19 modificó en parte el escenario, según explicó el entrevistado.

Carballo señaló que últimamente hemos ganado mucha gente dentro del consumidor final, gente que va a los locales, que hace tortas o que, a raíz de la pandemia, se animó a hacer emprendimientos gastronómicos con pastelería o repostería. Eso ha impulsado mucho al mercado del chocolate.

El entrevistado sostuvo que el consumo de chocolate en el país sudamericano tiene margen para seguir creciendo.

Sostuvo que Suiza está en unos 14 kilogramos por año (per cápita) y en Argentina estamos en dos kilos por año, pero hay cuestiones climatológicas y una cultura que todavía no está tan arraigada como en Europa, pero cada vez más gente consume chocolate en distintos productos.

Carballo mencionó que las claves para obtener un producto distinguido pasan por el proceso de refinado, que describió como "uno de los puntos más importantes", así como en eliminar la acidez propia del cacao.