La erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla española de La Palma, en el archipiélago de las Islas Canarias (Atlántico), tendrá una duración de entre 24 y 84 días, de acuerdo con las previsiones difundidas el 22 de septiembre por el Instituto de Vulcanología de Canarias (Involcan).
Esta estimación significa que la erupción, que comenzó la tarde del 19 de septiembre, tendrá una duración similar a las tres últimas erupciones en la isla, que se prolongaron durante 24 días en 1971, 47 días en 1949 y 56 días en 1712.
Más de 6.000 personas de la isla de La Palma, de unos 80.000 habitantes, han sido evacuadas porque la lava que fluye de nueve respiraderos diferentes en el lado suroeste de la montaña se abre paso lentamente hacia el mar a una velocidad de unos 200 metros por hora.
Las imágenes tomadas por el satélite Copérnico muestran que hasta ahora 154 hectáreas de terreno han sido consumidas por la lava, cuyo espesor alcanza una profundidad de 10 a 12 metros.
La lava ha causado grandes daños en la pequeña localidad de Todoque, que se encuentra entre el volcán y el mar, con alrededor de 200 viviendas destruidas y otras 500 en peligro.
A los residentes, que fueron evacuados de sus hogares a principios de semana, se les permitió regresar a casa durante breves minutos para salvar algunas de sus pertenencias.
Mientras tanto, el martes por la noche se observó un aumento en la actividad sísmica alrededor del volcán.
Involcan explicó que "era un indicador de la intensidad de la actividad explosiva estromboliana".
Los volcanes estrombolianos son aquellos que expulsan magma de manera explosiva.
Unos 750 efectivos de la defensa civil, entre los que se encuentran la Guardia Civil, los Bomberos y miembros de la Unidad Militar de Emergencias de España, garantizan la seguridad de los isleños, mientras que seis carreteras de la isla han sido cortadas, aunque el tráfico aéreo, tanto dentro como fuera de La Palma, no se ve afectado.

Más de 6.000 personas de la isla de La Palma, de unos 80.000 habitantes, han sido evacuadas porque la lava que fluye de nueve respiraderos diferentes en el lado suroeste de la montaña se abre paso lentamente hacia el mar a una velocidad de unos 200 metros por hora.