El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente los ataques con artefacto explosivo improvisado contra un convoy de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU en Mali, en el que un casco azul egipcio murió y otros 4 resultaron gravemente heridos.
El secretario general expresó su más sentido pésame a la familia de la víctima, así como al Gobierno y el pueblo de Egipto, y deseó una pronta recuperación a los heridos, dijo Stephane Dujarric, portavoz de Guterres, en un comunicado.
Los ataques contra el personal de mantenimiento de la paz de la ONU deben constituir crímenes de guerra según el derecho internacional, resaltó el secretario general.
Guterres pidió a las autoridades malienses que no escatimen esfuerzos para identificar a los perpetradores de estos ataques, ocurridos cerca de Tessalit, región de Kidal, para que puedan ser llevados ante la justicia rápidamente, según el comunicado.
El secretario general reafirmó la solidaridad de la ONU con el pueblo y el Gobierno del país africano.