Miles de migrantes haitianos huyen de su país ante la crisis política y económica que enfrenta la nación caribeña, sobre todo, después del terremoto del pasado 14 de agosto y del magnicidio de su presidente, Jovenel Moise. Nuestro corresponsal en México, Juan Carlos Aguirre sostiene que estos migrantes tras escapar del peligro y la falta de oportunidades en su país, al llegar a México y no poder pasar a territorio estadounidense, deben, enfrentarse a otra coyuntura aún más díficil.
El 2021 se ha vuelto un año perturbador para la ya escasa tranquilidad en la frontera entre México y los Estados Unidos. El mensaje poco claro en campaña del actual mandatario estadounidense, Joe Biden, generó una migración de miles en los últimos meses. Los nómadas creían que pasarían sin problema, que no serían deportados, pero la realidad es otra. Muchos no logran pasar y se quedan sembrados en suelo mexicano convirtiéndose, además, en presas fáciles para las mafias del narcotráfico y la trata de personas.
"Entonces, digamos en términos prácticos, ¿qué problemas acarrea esto? Bueno, el hecho de que se formen acampadas en los parques, en áreas como aquí en Tijuana, como en El Chaparral, que es la garita de cruce, no, los albergues están desbordados, entonces se tiene que hacer una serie de gestiones por parte de los gobiernos locales para lidiar con un problema, pues que es más bien trasnacional", dijo Juan Antonio del Monte, investigador del Departamento de Estudios Culturales del Colegio de la Frontera Norte.
Conflicto que es el pan de cada día para las ciudades fronterizas, pero que se incrementó en febrero de 2021. Luego de lo padecido en Ciudad Acuña durante el mes de agosto y septiembre del presente año, donde al menos 15 mil haitianos acamparon por varios días en su frontera con Texas, la discriminación los ha marcado. Deben irse a zonas prácticamente privadas para poder pasar el tiempo mientras son llamados del otro lado del muro o buscar radicarse y hacer vida en México cuando ven imposible su migración hacia el norte.
Es un proceso discriminatorio muy fuerte que pudimos detectar al interior del campamento en El Chaparral, lo cual se convirtió en un problema. Generó en el hecho de que fueron expulsados una gran cantidad de personas haitianas y a buscarse lugar en los distintos albergues, refugios o cuartos de renta, guarderías que hay aquí.
"Yo creo que fue lo correcto, ya que incluso, quizás, por los movimientos migratorios en la frontera sur, tomaron la decisión, quizás, de alejarse para no tener problemas migratorios futuros, de lo cual, como te decía hace un momento, son gente que busca siempre la estadía legal y que lo estamos mirando ahorita con el pequeño grupo que llegó a buscar la legalidad allá en COMAR", dijo José María García, director de Albergue para migrantes Juventud 2000.
Los pocos que se ven en algunas calles o refugios de Tijuana, prefieren no hablar y se ven tímidos ante las cámaras. De los que todavía siguen en Ciudad Acuña, se quejan del maltrato que reciben en México por parte de las autoridades migratorias.
"Los mexicanos son malos con los haitianos. Allá los de migración son malos con nosotros. Es el gobierno porque nosotros pagamos el autobús muy caro, y nosotros a bajar y ellos seguir. ¿Qué significa eso? Nosotros perdimos el dinero", dijo un migrante haitiano.
Expertos migratorios aseguran que Washington continuará con las deportaciones, aunque tomen ciertas medidas como las prioridades de deportación de la administración Biden, entre ellas, enfocarse en los denominados no ciudadanos que llegaron a Estados Unidos después del primero de noviembre del 2020 o los que sean considerados como amenazas para la nación por actividades delictivas.
"Se dice mucho en los discursos de los políticos, dicen mucho que toda la gestión migratoria está hecha con base en los derechos humanos, pero cuando vemos acciones como en Del Río, cuando está en latigueando; montados en caballos a los migrantes o en la frontera sur de México pateando la cabeza de un migrante, pues vemos claramente que eso que se firmó como un acuerdo para gestionar las movilidad y los flujos migratorios con base en los derechos humanos, pues es mentira; es un discurso que es políticamente correcto, pero no sucede en la vida real", dijo Juan Antonio del Monte, investigador del Departamento de Estudios Culturales del Colegio de la Frontera Norte.
Según números aportados por la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado, en 2019, Haití era el quinto país en más solicitudes de refugio. En lo que va del 2021 ya es el segundo con una cifra superior a las 26 mil planillas hasta mediados de septiembre y sólo superado por Honduras. Estos números pueden variar por quienes pretenden pasar la frontera y no ven a México como una opción para quedarse. Tampoco da cuenta del total de nacionalidades que están en similares condiciones dentro del territorio mexicano.
A partir de esta semana se prevé que empiecen a llegar a Baja California, buena parte de los haitianos que no pudieron pasar la frontera por Ciudad Acuña. La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados abrió una oficina en Tijuana para atender a los miles de solicitantes. En el caso de los provenientes de Haití, sólo los miércoles, se procesan a poco más de cien personas en una oficina con escaso personal, pero esa es otra historia.

Migrantes de Haití