Los líderes de Francia y Reino Unido han acordado rebajar las tensiones en torno a los acuerdos de pesca posteriores al Brexit. Emmanuel Macron y Boris Johnson mantuvieron un encuentro al margen de la Cumbre del G20 en Roma para tratar este asunto.
La retórica se ha mantenido firme aunque los gestos han sido más reconciliadores. La reunión de media hora a puerta cerrada dio como resultado la promesa de al menos tratar de rebajar las tensiones, tal y como afirmó un portavoz del gobierno galo. Esto supone un alivio para la flota pesquera de localizaciones como Jersey, una isla británica muy cercana a las cosas francesas que ve como su principal ruta de exportación peligra por la falta de acuerdo.
"No tenemos la opción de desplazarnos a través de Reino Unido para llegar a Holanda o ir directamente a España. Este tipo de logística no funciona para nosotros. El destino está muy lejos y toma mucho tiempo. No funciona" , dijo Tony Porritt, exportador de pescado de Jersey.
Decenas de embarcaciones francesas esperan obtener la licencia para faenar en aguas de Jersey, algo que según los términos del Brexit será posible solo si se demuestra una tradición histórica en esas aguas. Un hecho que las autoridades locales de la isla británica no ven con buenos ojos.
"No tienen documentación y no tienen los datos de sus gps. No tenemos ni idea de si han estado en esta zona. Están probando suerte", dijo Gregory Guida, ministro de Asuntos Internos de Jersey.
El sábado la parte británica planteó seriamente la posibilidad de elevar la disputa a un arbitraje, lo que podría desembocar en una guerra comercial. Un portavoz del primer ministro británico rebatió las declaraciones publicadas por la parte francesa el domingo. La presión está sobre Johnson ya que se espera que no realice muchas concesiones. El acuerdo entre ambas partes no parece fácil ya que el presidente francés se sintió menospreciado por la alianza entre Londres, Estados Unidos y Australia para la compra y venta de submarinos nucleares. A esto se suman las elecciones presidenciales francesas del próximo año y que París asume la presidencia de la Unión Europea en 2022. Tras la retirada de Angela Merkel, Emmanuel Macron quiere mostrar una imagen de fortaleza. Sea como sea, no parece que ambos países vayan a solucionar sus problemas en el corto plazo.

Los líderes de Francia y Reino Unido han acordado rebajar las tensiones en torno a los acuerdos de pesca posteriores al Brexit.