La Ciudad de México intenta volver a la normalidad desde lo económico, pero también desde las tradiciones de su cultura en medio de una pandemia que sigue cobrando vidas en el país, pero que va hacia la baja tanto en el número de contagios como de fallecidos. Nuestro corresponsal en la capital mexicana, Juan Carlos Aguirre nos dice que, una de las maneras de llevar al país a la llamada nueva normalidad, pasa por darle homenaje y celebración a la muerte en las calles como solo lo saben hacer y entienden los mexicanos.
El Zócalo de la Ciudad de México recibió la visita de al menos 800 mil personas que buscaban rendirle homenaje a los muertos, pero sin lamentos ni dolor.
"Es una buena visita de todos aquellos que se adelantaron. Ya tenemos todo, todo lo que le vamos a dar: las flores de cempasúchil, el maíz fresco, las pezuñas, los cacahuates, las nueces, las cañas, las calabazas", dijo Armando Martínez, expositor del Estado de Hidalgo.
El mexicano recorre estos altares y ofrendas para compartir una vez más con aquellos que pasaron a otro plano ajeno al terrenal y que, por estos días, tienen un pasaporte para verse con sus deudos.
"Nosotros, los mexicanos, siempre hemos sido celebradores de la muerte. Somos parte del cambio de este plano a otro plano y nunca le hemos temido, más bien la amamos", dijo Tomás López.
Con la participación de los pueblos originarios de la Ciudad de México y diez estados de la república, durante tres días representaron el Códice Mendoza sobre la explanada. Este aparte de los libros mayas, similares a los antiguos jeroglíficos, en pleno siglo XXI enseñó la narrativa sobre la vida cotidiana de los mexicas hacia el año de 1542.
"Vemos representando a los siete señoríos que se establecieron en la cuenca de México. Cada señorío tiene características específicas. Aquí tenemos a las personas que se dedicaban a los telares que eran llamados los chingas, que representan a estos señores de la red. Hay algunos que son guerreros", dijo Nestor Medrano de la Red de FAROS de la Secretaría de Cultura de la CDMX.
La modernidad estuvo presente en el centro del códice, pero también la coyuntura de una pandemia. En esta pantalla LED, fotografías iban pasando día y noche para no olvidar a aquellas personas que fueron derrotadas por el nuevo coronavirus. Momento para admirar la cultura mexicana y sus tradiciones; para retratar sensaciones en un lente que, en el pasado, llevaba más celebración y recuerdos en cada rostro captado.
"Mayor nostalgia, mayor tristeza, mayor sensibilidad. Creo que es lo que muestra la película; los ojos de mis personajes, a los que retrato. Es esa nostalgia de extrañar a nuestro ser que ya no estará de manera terrenal", dijo José Manuel Martínez, un fotógrafo mexicano.
Rituales, celebraciones y desfiles que se manifestaron al aire libre en una de las capitales más habitadas del mundo con al menos 21 millones de personas, incluyendo su área metropolitana. Eventos imposibles de realizar si no se hubiera logrado, como sí lo hizo la capital, teniendo al 95% de su población mayor de 18 años vacunada contra la COVID-19 y volver al color verde dentro del semáforo epidemiológico.

México celebra el Día de Muertos.