Malasia inauguró su primera "burbuja de viaje internacional", habiendo restringido previamente todos los viajes no esenciales desde febrero de 2020. Se trata de la isla de Langkawi, frente a la costa noroeste del país, la cual fue el primer lugar en abrir sus puertas a los viajes locales en septiembre. Esta reapertura gradual y tentativa está siendo implementada luego de que Malasia alcanzara una alta tasa de vacunación contra la COVID-19.
La isla resort de Langkawi se convirtió en la primera burbuja para viajes nacionales a mediados de septiembre, después de una restricción de nueve meses sobre los viajes interestatales. Tras esta exitosa experiencia, el Gobierno malasio volvió a autorizar el turismo interno el mes pasado. Y ahora el país está intentando dar un paso más allá.
Después de vacunar exitosamente a cerca del 95 por ciento de los adultos, el 80 por ciento de los adolescentes y tres cuartos de su población total, alcanzando con ello una de las tasas de vacunación más altas del mundo, Malasia planea autorizar a fines de este mes el ingreso de visitantes vacunados desde Singapur sin necesidad de cuarentena, aunque únicamente desde el aeropuerto singapurense de Changi hasta el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur, excluyendo las fronteras terrestres.
Hay quienes piensan, sin embargo, que el Gobierno ha adoptado un enfoque demasiado cauteloso, considerando la cantidad de personas que dependen del turismo.
"Nuestra tasa de vacunación aquí es de más del 70 por ciento, mientras que en muchos de los que podrían llamarse "países competidores", en países locales de la región, esta cifra se ubica entre el 30 y 40 por ciento, incluyendo Tailandia e Indonesia. Y en esos países están abriendo las puertas al turismo y a los negocios. Y esto es lo que necesitamos hacer también, generar la confianza en quienes están fuera del país de que Malasia está abierta para los negocios nuevamente", dijo Donal Crotty, jefe de la Cámara de Comercio irlandesa en Malasia.
El Gobierno de Malasia dice que abrirá completamente sus fronteras a más tardar el primero de enero del próximo año, aunque advierte que el plazo podría cambiar debido a la pandemia de COVID-19.

El Gobierno de Malasia dice que abrirá completamente sus fronteras a más tardar el primero de enero del próximo año.