Las tensiones continúan aumentando en Kazajistán. Los manifestantes irrumpieron e incendiaron la residencia presidencial y la oficina del alcalde, en la ciudad más grande del país, Almaty.

Manifestantes en Kazajistán incendiaron la residencia presidencial y la oficina del alcalde en Almaty.

Según los informes, los agentes de policía dispararon contra algunos manifestantes en la residencia. La policía utilizó cañones de agua, gases lacrimógenos y granadas paralizantes para dispersar a la multitud. Las autoridades señalan que este miércoles murieron ocho policías y miembros de la guardia nacional y más de 300 resultaron heridos. Hasta el momento, no hay cifras sobre víctimas civiles. Se ha declarado un estado de emergencia de dos semanas en todo el país. El gobierno ha dimitido en medio de la crisis. Las protestas generalizadas fueron inicialmente provocadas por las subidas de precios del combustible. El presidente Tokayev ha calificado los disturbios como una "amenaza terrorista" y ha pedido ayuda internacional. 

El presidente Tokayev ha calificado los disturbios como una "amenaza terrorista" y ha pedido ayuda internacional.

"Las turbas terroristas son esencialmente internacionales. Fueron sometidos a una formación seria en el extranjero y su ataque a Kazajistán puede y debe considerarse un acto de agresión. Por esta razón, basándome en el Tratado de Seguridad Colectiva, me acerqué hoy a los jefes de los estados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva para que ayudaran a Kazajistán a superar esta amenaza terrorista. En realidad, ya no es una amenaza, está socavando la integridad del estado y, lo más importante, es un ataque a nuestros ciudadanos que me piden como jefe del estado que los ayude de inmediato", dijo el presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev.