En Reino Unido, la cifra de muertos por la pandemia ha superado los 150.000, tras una ola récord de casos de ómicron. Londres asegura que no introducirá una segunda vacuna de refuerzo, pero las hospitalizaciones siguen aumentando en el país y en toda Europa.
El Gobierno británico ha llamado al ejército para ayudar a los hospitales en dificultades. Cerca de 1.800 médicos militares y personal de apoyo se han desplazado por todo el país.
Puede que la variante ómicron sea más leve, pero las admisiones hospitalarias van en aumento, mientras que un número cada vez mayor de personal médico se encuentra enfermo o en aislamiento. Hasta ahora, 16 fideicomisos hospitalarios han declarado incidentes críticos que afectan a la atención prioritaria y de emergencia.
Y el gobierno admite que podría empeorar en las próximas semanas.
"Aún estamos viendo un aumento de las hospitalizaciones, especialmente con las tasas de casos en los grupos de mayor edad, eso es motivo de preocupación. Creo que tenemos que ser honestos, y cuando observamos el Servicio Nacional de Salud, sabemos que quedan unas semanas difíciles por delante", afirmó el secretario de Salud de Reino Unido, Sajid Javid.
De momento el gobierno no tiene planes de imponer restricciones más severas en Inglaterra.
Otros países de Europa han implementado más restricciones debido a la propagación de la COVID-19 por toda la región.
Miles de franceses tomaron las calles el día 8 para protestar contra las nuevas restricciones. El pase COVID actual permite a los no vacunados mostrar un test negativo. Pero a partir de ahora solo se permitirá la prueba de vacunación, una medida que bloqueará la entrada de los no vacunados a las zonas de restauración y trenes, por lo que su vida será extremadamente difícil.

Miles de franceses tomaron las calles el día 8 para protestar contra las nuevas restricciones.
En Italia se necesitarán más pases rigurosos de COVID-19 para entrar en bares, restaurantes, transporte público y grandes eventos.
Los hospitales se encuentran bajo gran presión con el aumento de admisiones. Varios hospitales ya han instalado hospitales de campaña para aliviar la presión en las salas de emergencias y las llegadas en ambulancia.
En Italia, la vacuna es obligatoria para mayores de 50 años.
"Nos arriesgamos al colapso del servicio sanitario nacional. Ayer comenzamos a ver líneas de ambulancias que no podían llevar a los pacientes a diferentes hospitales. La economía no debe detenerse y, para evitar eso, debemos hacer que las vacunas sean obligatorias para todos y desinfectar las habitaciones de los hospitales", señaló el presidente de la Asociación de Médicos del Hospital de Nápoles, Bruno Zuccarelli.
En Alemania, los ciudadanos tienen que mostrar una prueba negativa de COVID-19 o una prueba de la dosis de refuerzo para entrar en bares y restaurantes. Pero el gobierno también ha reducido la cuarentena y el tiempo de aislamiento de 14 a 10 días.