Las fuertes lluvias registradas en el estado brasileño de Minas Gerais, en la región sureste del país, dejaron a su paso un reguero de destrucción e inundaciones que costaron la vida a más de 30 personas. Varios ríos se encuentran completamente desbordados y las represas están al máximo de su capacidad, lo que podría provocar nuevas inundaciones si persisten las precipitaciones. 

Cerca de 30 personas murieron en el estado brasileño de Minas Gerais debido a las fuertes lluvias ocurridas durante los últimos días, que dejaron unos 25.000 desalojados y casi a 4.000 personas sin vivienda.

La capital regional, Belo Horizonte, y su región metropolitana, es una de las zonas más afectadas por las lluvias, que provocaron grandes inundaciones, deslizamientos de tierra y el aislamiento completo de decenas de municipios al quedar las carreteras y puentes bajo el agua o destruidos. 

"En mi ciudad, Santa Luzia, el río Das Velhas transbordó, cerrando los accesos a la ciudad, inundando calles y avenidas y llevándose todo lo que encontraba por delante. Incluso dejó más de 7.000 personas entre desalojados y desplazados, algunos en estado de calamidad, que lo perdieron completamente todo y que hoy necesitan donaciones, como productos de limpieza, de higiene personal, alimentación y vestuarios, personas que no tienen como ir a trabajar porque el acceso quedó cerrado y los puentes cerrados por riesgo de que se derrumben", dijo Magdo Janio, un vecino de Santa Luzia.

Más de 340 municipios de Minas Gerais decretaron la situación de emergencia e intentan ahora recuperarse de la catástrofe, que dejó centenares de municipios llenos de barro y agua y la imposibilidad de circular por la mayoría de las calles.

Las fuertes lluvias registradas en el estado brasileño de Minas Gerais, en la región sureste del país, dejaron a su paso un reguero de destrucción e inundaciones que costaron la vida a más de 30 personas. 

Algunos ríos de la región subieron hasta 7 metros su nivel debido a las lluvias, que provocaron el desborde de algunas represas. 

"Vi familias que fueron rescatadas de sus casas, de sus residencias, con el agua casi llegando al techo, tuvimos que romper las puertas para rescatar y salvar estas familias y llevarlas a un lugar más seguro. Varias ciudades quedaron por debajo del agua, supermercados, tiendas, vimos caídas de barrancos, personas soterradas…", dijo Reporter Markinhus Furtado.

El relieve montañoso de Minas Gerais, en la región sureste de Brasil y el segundo estado más poblado del país, favorece a las lluvias y la ocurrencia de desastres. En los últimos años, hubo un incremento de las lluvias, que anualmente causan importantes inundaciones y daños humanos y materiales. Desde octubre, cuando empezó la temporada de lluvias en Minas Gerais, son ya más de 40 los muertos en el estado por las precipitaciones.

Entre las víctimas de los últimos días, destacan los diez fallecidos tras desprenderse una gigantesca roca de un cañón en el Lago de Furnas, y que impactó sobre una lancha en la que había turistas. Los geólogos apuntaron que una tromba de agua se coló por una brecha del cañón, provocando el derrumbe de la roca. 

Las ciudades mineras afectadas por estas lluvias esperan ahora la ayuda del gobierno federal y también del gobierno de Minas Gerais para ayudar a reconstruir todos los daños causados. Además, se espera también que no haya más precipitaciones, y es que con el caudal tan alto de los ríos y las represas a su máximo nivel, esto podría significar nuevas y trágicas inundaciones.