El expresidente ucraniano Petró Poroshenko ha regresado a Ucrania y ha comparecido ante un tribunal para defenderse de los cargos de alta traición.
Por un momento, en el aeropuerto, parecía que no iban a dejarle entrar.
Pero finalmente pasó.
Poroshenko se dirigió a sus seguidores frente al juzgado en el centro de Kiev.
Preguntó que quién está cazando a la oposición y usando justicia selectiva, quién está arruinando el estado de derecho y la democracia.
Acusa a su rival Volodimir Zelensky de tratar de derrocarlo.

Poroshenko pronuncia un discurso ante el Tribunal del Distrito de Pechersk de Kiev.
En 2014, Poroshenko, entonces presidente del país, medió presuntamente en un acuerdo para comprar carbón de territorios controlados por rebeldes durante un periodo de escasez de combustible.
Los fiscales del Estado señalan que eso ayudó a financiar a los separatistas contra los que Kiev sigue luchando.
Con tropas rusas en la frontera y la posibilidad de un conflicto, la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, viajó el lunes 17 de enero a Kiev y el martes estará en Moscú.
Como miembro del Cuarteto de Normandía, su objetivo es calmar las tensiones.
"Cada nueva agresión, y lo hemos dicho repetidamente, tendrá un alto precio. Estamos listos para entrar en un diálogo serio con Rusia, porque la diplomacia es la única manera posible de suavizar la altamente peligrosa situación actual", dijo la ministra.
Pero mientras sus aliados piden unidad, el complejo panorama político de Ucrania puede volverse aún más complicado.