En Brasil, lidiar con los desperdicios de las favelas de Río de Janeiro es un reto diario. Un proyecto de reciclaje busca la manera de convertir la basura en un tesoro.

Esto es Rosinha, el hogar de más de 70.000 personas. Aquí, basura de todo tipo, especialmente desperdicios de plástico, son abandonados. En Rosinha, un canadiense de 28 años cumplió su sueño y encontró el lugar perfecto para crear Diseños Na Laje, un proyecto de reciclaje único que utiliza tapones de plástico donados para construir estos coloridos monopatines.

"Estoy muy contento con el desarrollo del proyecto y con vivir en Brasil, un sitio en el que siempre he soñado vivir, y al mismo tiempo, lograr un cambio positivo en la comunidad local. Y espero llevar este proyecto a otras zonas de Brasil y que tenga un positivo impacto a nivel nacional. Y quién sabe si a nivel mundial también", dijo Arian Rayegan, ingeniero y fundador de Diseños Na Laje.

Arian es un ingeniero mecánico que se mudó a Rosinha en 2019, justo antes de que estallara la pandemia de COVID-19 en Brasil. Esto no le desalentó, sino que siguió adelante con el proyecto uniéndose con otras iniciativas medioambientales y, al mismo tiempo, les pidió a los vecinos que recopilaran los tapones de las botellas.

Lleva tiempo terminar un monopatín. Cada uno necesita cerca de 500 tapones de plástico. Primero se limpian, después se machacan y en último lugar se derriten en un horno industrial para pizzas.

Cada monopatín necesita cerca de 500 tapones de plástico.

Arian ha recibido pedidos desde Brasil y el extranjero. Pero el proyecto sigue siendo pequeño en comparación con sus objetivos. El ingeniero estima que el 20 por ciento de las más de 200 toneladas de la basura generada a diario en la favela, como el plástico, el metal , el vidrio y el papel, se podría reciclar. A pesar de que no se considera un skater, Arian espera usar su creación y crear un centro de reciclaje con el objetivo de concienciar sobre la contaminación y la importancia de la sostenibilidad.