Son producciones que demuestran cómo se encuentran ambas culturas con similitudes sorprendentes. Una de ellas es un video que explica que el océano Pacífico une dos culturas milenarias, patrimonios de la humanidad: China y Caral, dos de las cinco civilizaciones más antiguas del mundo, que evidencian rasgos culturales similares que hoy, 5,000 años después, sorprenden al mundo.
El legendario sitio de Sanxingdui, en la provincia suroccidental china de Sichuan, fue descubierto hace 101 años y es uno de los mayores hallazgos arqueológicos del mundo en el siglo XX. Se trata de los restos del reino de Shu, que datan de hace 3,000 a 4,500 años y que se extienden por más de 12 kilómetros cuadrados.
En el especial se observan imágenes captadas durante las excavaciones llevadas a cabo en distintos momentos, cuando se hallaron fosas de sacrificio, en las que había máscaras doradas, artefactos de jade y marfil, así como objetos de bronce de exquisitas formas únicas.
Se aprecia una máscara de oro, de 3,000 años de antigüedad, de la antigua civilización Shu de China, y que tiene muchas similitudes con la máscara de Agamenón, descubierta en el antiguo sitio griego de Micenas; la máscara de Tutankamón, del antiguo Egipto, y la del dios azteca Xipe Totec, todos símbolos prominentes de sus respectivas civilizaciones.
Al otro lado del mundo, se ubica la civilización Caral, que se desarrolló en la costa norcentral de Perú, en el valle de Supe, a 184 kilómetros de Lima. El equipo de periodistas viajó hasta la Ciudad Sagrada de Caral para recoger información de primera mano. El arqueólogo Daniel Mayta, jefe de la zona arqueológica Caral, explica cómo y por qué los antiguos caralinos eligieron este lugar para asentarse.
Caral se caracterizaba por el gran volumen de sus pirámides monumentales; el ordenamiento de estas edificaciones, la generación de espacios concertados o plazas así como la complejidad de la arquitectura, pues tenía distintos tipos de edificios y había recintos especiales para la observación de las estrellas y de la Luna, donde se podía predecir el inicio de las estaciones y los cambios climáticos.
En el informe, la jefa de la zona arqueológica Caral, Ruth Shady, comenta que durante las investigaciones se revelaron detalles precisos de la milenaria civilización. Explica que fue una sociedad ejemplar, tan civilizada que no se han encontrado huellas de conflictos.