Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, la llama olímpica arde en un caldero con forma de copo de nieve. Según el director de la ceremonia de apertura, Zhang Yimou, este diseño único expresa el concepto de desarrollo bajo en carbono en la nueva era.
¿Qué titular creen que se usaría para informar este detalle? El titular de NPR fue "El encendido del caldero de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 realizó una declaración política". ¿Por qué? Porque una de los dos portadores de la antorcha, la esquiadora de fondo de China Dinigeer Yilamujiang, es uygur.
Dinigeer es la primera medallista china en la competencia de nivel FIS en hacerse con los primeros lugares tanto en los 5 km en estilo clásico (mujeres) como en los 30 km libre salida masiva (mujeres). El equipo nacional de esquí de fondo de China ha estado entrenando en el distrito de Wenquan, en la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China. Quizás nunca se le ocurrió que su ascenso a la fama sería por su identidad étnica.
Este es solo uno de los muchos ejemplos de noticias de medios occidentales sobre los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022. Mientras que los medios en China hablan del equipo chino de curling entregando obsequios a los atletas estadounidenses después de los partidos, el New York Times discute cómo las máquinas para hacer nieve para los Juegos podrían agotar los recursos hídricos de China. Cuando la ceremonia de apertura envía un mensaje de unidad, AP solo tuvo unas palabras para ello: "Comienzan las Olimpiadas pandémicas de China".
De alguna manera, esos políticos occidentales que buscan derrocar a China han logrado algunos de sus objetivos. Han convertido con éxito criticar a China en una moda que cualquier persona que persigue temas altamente discutidos intentaría impulsar.
China acepta críticas honestas. En el proceso de perfeccionar su sistema, el Gobierno chino ha confiado en los medios para descubrir problemas sociales y aumentar las voces y preocupaciones del pueblo. Sin embargo, la esperanza de obtener más clics al distorsionar intencionalmente la imagen de China daña la credibilidad de la prensa misma.
Los Juegos Olímpicos están sucediendo en tiempo real. Los atletas están viendo la verdad con sus propios ojos. El público está viendo los Juegos reales con sus propios ojos. La verdad sigue siendo la verdad, y ningún cuento ficticio podría cubrirla.