El gobierno cubano anunció que en las primeras semanas de marzo entregará a la Organización Mundial de la Salud el expediente de su vacuna Abdala contra la COVID-19 para su aprobación. Cuba fue el primer país latinoamericano en contar con sus propias vacunas y la homologación por parte de la OMS es importante para que otros países puedan usarlas en su lucha contra la pandemia.
Durante la conferencia de prensa para el lanzamiento del congreso de Biotecnología BioHabana 2022, a celebrarse en la capital cubana entre el 25 y el 29 de abril próximos, el director del grupo Biocubafarma, Dr. Eduardo Martínez, anunció que ya tienen casi listo el expediente de la vacuna Abdala contra la COVID-19 desarrollada en Cuba. Este documento será entregado a la OMS para su homologación, requisito imprescindible para el uso de las vacunas a nivel global.

Cuba fue el primer país latinoamericano en contar con sus propias vacunas y la homologación por parte de la OMS es importante para que otros países puedan usarlas en su lucha contra la pandemia.
El directivo planteó que el expediente consiste en varios módulos: estudios clínicos, pruebas de eficacia, planta de producción, entre otros, y ya solo falta la puesta en marcha de una nueva planta ubicada en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, lugar que deberá ser inspeccionado por la OMS. Hasta la fecha, ya Cuba produce a gran escala tres vacunas y también tiene dos candidatos vacunales que aún están en ensayos clínicos.
Desde el mismo comienzo de la pandemia, los científicos cubanos se dieron a la tarea de desarrollar vacunas nacionales, con el objetivo de vacunar a toda su población utilizando sus propios recursos. Hasta la fecha, se han aplicado unos 34 millones de dosis y casi 10 millones de cubanos han recibido el esquema completo de vacunación de tres dosis, ya sea con Soberana 2 o Abdala, y un gran porcentaje ya recibió una cuarta dosis de refuerzo. Además, el país ha enviado millones de dosis a Nicaragua, Venezuela, Irán y Vietnam. Unos 15 países han mostrado interés por las vacunas cubanas y ya México autorizó el uso emergente de Abdala.