Las festividades por el Primero de Mayo en China coincidieron este año con fuertes medidas de prevención y control de la COVID-19. Las autoridades chinas aseguran que las medidas están surtiendo efecto, pero advierten que la situación sigue siendo compleja.
Los casos de COVID-19 en China descienden paulatinamente desde mediados de abril. Las autoridades chinas detallaron que el número de infecciones durante las festividades del Primero de Mayo cayeron un 80 % desde que se alcanzara el pico en los actuales rebrotes. En Shanghai, siguen bajando los casos, mientras que la situación en Beijing es estable. Pese a ello, las provincias de Liaoning, Zhejiang y Henan han registrado infecciones provenientes de fuentes desconocidas.

"Necesitamos acelerar la gestión de los clústeres locales, mejorar las medidas de prevención y control en el plazo debido y preparar las respuestas epidémicas", señaló Wu Liangyou, el subdirector de la Administración Nacional para la Prevención y Control de Enfermedades.
"En este momento, la situación epidémica general en todo el país ha mejorado, pero sigue siendo compleja y grave, y existe el riesgo de repunte. Necesitamos acelerar la gestión de los clústeres locales, mejorar las medidas de prevención y control en el plazo debido y preparar las respuestas epidémicas", manifestó Wu Liangyu, subdirector de la Administración Nacional para la Prevención y Control de Enfermedades.
Según las autoridades, más de 1.200 millones de personas han recibido la vacuna contra la COVID-19. La cifra incluye a más de 200 millones de personas de más de 60 años, es decir, el 85 % de su grupo de edad.
"Se ha demostrado que la vacuna tiene un efecto positivo a la hora de prevenir casos graves y la muerte. La vacunación contra el nuevo coronavirus se está llevando a cabo sin problemas. La mejora de la inmunización se realiza de forma metódica. El índice de vacunación entre personas mayores está aumentando", dijo Wu Liangyou.