El aumento de casos de la variante Ómicron del coronavirus ha ejercido una presión a la baja sobre la economía china. Con una variedad de políticas favorables al crecimiento para producir los efectos deseados, el riesgo es manejable y los fundamentos sólidos de la segunda economía más grande del mundo no cambiarán a mediano y largo plazo. 

Para hacer frente a la pandemia, China ha aplicado una estricta política dinámica cero-COVID. A medida que la pandemia sigue haciendo estragos en todo el mundo y el coronavirus continúa mutando, existe una gran incertidumbre sobre la evolución de la situación. El país ha advertido que no dejará de realizar esfuerzos para controlar el virus. 

La postura de China ha sido firme y clara: adherirse inquebrantablemente a la política dinámica de cero-COVID mientras apuntala la economía y garantiza que la vida de las personas se vea afectada lo menos posible. 

Dar la debida consideración a todos estos aspectos es una tarea difícil. La implementación seria de esta política es una prueba importante para todas las regiones y departamentos. 

Se está preparando una serie de políticas favorables al crecimiento. China ya ha adoptado medidas fiscales de varios frentes en recortes de impuestos y tasas, gastos del presupuesto público y emisión de bonos para estabilizar la economía y garantizar el bienestar de su pueblo. 

Además, China aceleró el establecimiento de un mercado interno unificado, fortaleció ampliamente la construcción de infraestructura y profundizó la reforma y la apertura en todos los ámbitos. 

El Consejo de Estado y los departamentos pertinentes también están implementando políticas y medidas detalladas para estabilizar las entidades del mercado y para ayudar a las industrias, las empresas de propiedad individual y las micro, pequeñas y medianas empresas afectadas por la pandemia. 

Las autoridades chinas tienen amplio espacio y herramientas diversificadas para políticas fiscales, monetarias y de otro tipo. Tienen una rica experiencia en responder a la presión a la baja sobre la economía y fortalecerán aún más el control regulatorio, y lo harán cuando sea el momento adecuado. 

La economía china ha tenido un comienzo estable este año, con un aumento del PIB del 4,8 por ciento interanual en los primeros tres meses. A pesar de la presión a la baja, los fundamentos de la economía china, incluida su fuerte resiliencia, enorme potencial, amplio margen de maniobra y sostenibilidad a largo plazo, permanecen sin cambios. Después de que las políticas favorables al crecimiento produzcan gradualmente los efectos previstos, el desempeño económico de China mejorará. 

Al contribuir aproximadamente en un 30 por ciento al crecimiento económico mundial, la economía china es el principal motor del crecimiento económico mundial. La economía china se encuentra en un momento crítico para superar sus dificultades. Sólo si mantiene la confianza y está a la altura de los retos, China puede convertir situaciones adversas en oportunidades, aprovechar sus brillantes perspectivas, continuar inyectando dinamismo en la estabilidad y recuperación de la economía global y brindar mayores oportunidades de mercado para todos los países.