Un cubano no puede vivir sin al menos una tacita de café al despertar. Es una parte de su cultura tan importante como la música, los deportes o comer cerdo asado en fin de año.
Los cubanos no toman el café con mucha agua como los estadounidenses. Su café es extremadamente concentrado, muy fuerte para aquellos que no están acostumbrados y se bebe en tazas pequeñas, con poca azúcar. Al llegar una visita a su casa, lo primero que se hace es poner el café. Casi ningún cubano puede resistir la tentación de tomar al menos una taza al día.

Un cubano no puede vivir sin al menos una tacita de café al despertar.
"Ge-bi-ou" es el término del dialecto de Hainan para referirse al café negro que le gusta a los habaneros. La provincia de Hainan es una de las zonas de mayor producción de café en China junto a la provincia de Yunnan. En el pasado, muchos residentes locales de Hainan viajaron al ultramar y trajeron café desde el Sudeste Asiático. El café es parte de la memoria cultural de los hainaneses y también representa su sencilla rutina diaria.

El café es parte de la memoria cultural de los hainaneses y también representa su sencilla rutina diaria.
En la dinastía Qing, un chino de ultramar regresó con semillas de café, y las plantaron en la provincia de Hainan. Se trata del registro de la plantación masiva más temprano de café en China. El café es un producto de ultramar, pero tomar café ya es algo cotidiano y la costumbre de los locales. El café es la vida y la nostalgia de los residentes de Hainan.