El Gobierno del estado brasileño de Pernambuco (noreste) elevó el 29 de mayo a 84 el número de fallecidos en la región como consecuencia de las fuertes lluvias que afectan la región, principalmente en la capital, Recife.
Un total de 56 personas permanecen desaparecidas, mientras que hay cerca de 4.000 personas desalojadas por las fuertes lluvias, que causaron graves inundaciones y deslizamientos de tierra y destruyeron algunos barrios.
Catorce municipios de Pernambuco, entre ellos Recife, decretaron la situación de emergencia.
El gobernador Paulo Cámara anunció la liberación de unos 20 millones de dólares para los municipios afectados, para las operaciones de salvación y búsqueda de supervivientes y obras urgentes de infraestructura.
La turística ciudad de Recife y su región metropolitana han sido las más afectadas por las lluvias, que esta semana habían dejado cinco muertos, aunque desde este sábado se registraron 51 fallecimientos más, en su mayoría por deslizamientos de tierra.
Las lluvias también afectan al vecino estado de Alagoas, donde dos personas murieron y unas 7.000 se encuentran desalojadas debido a las inundaciones.