Caminar entre los rascacielos y callejuelas del distrito hongkonés de Central supone todo un viaje en el tiempo. Aquí podemos encontrar la calle más antigua de la ciudad, y experimentar el Hong Kong más auténtico. La casa del té de Lin Heung tiene una historia de más de 90 años. Su proprietario afirma que muchos de sus clientes han crecido comiendo sus dim sums. El local forma parte de su vida cotidiana, un lugar amistoso en donde poder degustar los sabores tradicionales de Hong Kong.
Mientras el aroma de la gastronomía autóctona inunda las calles, los artistas locales han convertido los muros de la zona en enormes lienzos. Los grafitis se han convertido en una expresión cultural a nivel internacional. Y en los últimos años, artistas provenientes de todo el mundo han contribuido con sus diseños callejeros a revolucionar el encanto del distrito.

En los últimos años, artistas provenientes de todo el mundo han contribuido con sus diseños callejeros a revolucionar el encanto del distrito.
Estos murales se han convertido en un elemento esencial de las rutas turísticas del distrito de Central, que invitan a una generación más joven a profundizar su inmersión en esta urbe cosmopolita. En esta zona se encuentra la vieja Academia Central de Ciencias y la antigua residencia de la policía de Hong Kong.
En la actualidad, ambas instalaciones han sido convertidas en una plaza para el intercambio de actividades culturales y creativas entre jóvenes artistas. Más de un centenar de diseñadores y creativos se reúnen aquí para exponer sus creaciones que abarcan desde ropa a productos de decoración.
La fusión entre lo nuevo y lo antiguo, Oriente y Occidente, esa es la esencia del carácter único del distrito central de Hong Kong.