En Brasil, el máximo promotor de la justicia en defensa de la legalidad ha descartado que el proceso electoral nacional ocurra en un contexto de turbulencias sociales. Augusto Aras, fiscal general de Brasil, externó su confianza en el aparato electoral brasileño el cual, desde 1996, utiliza el sistema de urnas electrónicas.
La contienda por la presidencia ha polarizado al país, y esto, de cara a los análisis presentados por algunos expertos, podría desencadenar un escenario similar al que se presentó el 6 de enero de 2021, cuando inconformes por las votaciones en Estados Unidos asaltaron el Capitolio.