En Sudáfrica, el jiu-jitsu ha sido, durante muchos años, un deporte a la sombra del rugby, el fútbol o el críquet. Apenas unos pocos gimnasios ofrecen lecciones de un deporte muy presente en las artes marciales mixtas. Pero no cabe duda de que no se trata de una práctica clandestina, sino de un deporte en auge que atrae a alumnos de todas las edades y tamaños.
Los sudafricanos aman el deporte. El críquet, el fútbol y el rugby son conocidos en el país como los "tres grandes", debido a su inmensa popularidad, aunque hay quien se atreve a hablar de los "cinco grandes", si se incluyen el atletismo o la natación, en auge. El rugby sigue siendo el deporte más exitoso de la nación del arcoíris, al contar con tres títulos mundiales, el último de ellos en 2019. El jiu-jitsu no se sitúa, ni de lejos, al mismo nivel que estos deportes, pero ya está muy enraizado en la escena de los combates cuerpo a cuerpo.
Con eventos de agarre como el popular Rey de Reyes atrayendo a miles de personas en línea, el apetito por este deporte aumenta con cada show.
Si bien los grandes deportes captan toda la atención, son los deportes menores los que encuentran su nicho y, como resultado, atraen a una nueva audiencia curiosa y con ganas de mejorar. Para unos es un culto, para otros es una comunidad, un lugar seguro en el que uno puede sentirse libre de expresarse mediante un deporte sin importar su nivel y con el que obtienen grandes beneficios.