En comparación con la naturaleza, el entorno de vida de los pandas gigantes en cautividad es demasiado homogéneo y el espacio es limitado, lo que provoca un cierto comportamiento mecánico, aburrido y repetitivo, como dar vueltas y sacudir la cabeza. En realidad, se trata de una forma en que los pandas se adaptan a su entorno y alivian el estrés, de forma parecida a como los seres humanos caminamos inconscientemente de un lado a otro o nos mordemos los dedos de forma inconsciente cuando estamos estresados, lo que se conoce como "comportamiento estereotipado". Para evitar estos problemas, las instalaciones especializadas adoptan diversas medidas de "enriquecimiento" para imitar el entorno natural de los pandas gigantes en la naturaleza en la medida de lo posible, añadiendo bambú, vegetación, agua, rocas e instalaciones para trepar y juguetes para enriquecer su entorno y su vida al máximo. Así que los humanos realmente intentan evitar que me “aburra".