Los icónicos camarones de Qi Baishi, uno de los artistas modernos más célebres de China, son tan populares que se han convertido en sinónimo del propio pintor. Para presentar mejor sus obras, la serie documental "Bellas Artes en China", producida por el Grupo de Medios de China (CMG, por sus siglas en inglés), utiliza tecnología de animación para hacer que sus pinturas originales sean más vívidas.
El patio de Kuache Hutong en Beijing solía estar lleno de gente hace décadas. Un rumor que iba de boca en boca afirmaba que un pintor llamado Qi Baishi vivía en el hutong y que pintaba camarones que parecían más vivos que los reales, como si nadaran en agua transparente.
Qi Baishi pintó los camarones de forma diferente a como se hacía antiguamente. Trazó el cuerpo del camarón con tinta ligera, y pintó la cabeza con tinta espesa, haciendo el cuerpo ligero y transparente, y la cabeza firme y recta. Parecen sólo unos pocos trazos, pero de hecho se pintan muy lentamente. Se puede ver la curvatura de la espalda arqueada de cada camarón, los cambios de flexión de sus bigotes, e incluso la resistencia del agua y los saltos de los camarones. No son objetos para contemplar, sino que gobiernan sus propias vidas.
Los vibrantes camarones de Qi Baishi forman parte de su fascinante mundo de tinta y pinceladas, pero también le gustaba pintar coles, de gran tamaño y acuosas. Pintó caquis, granadas, todo tipo de frutas y verduras, insectos, e incluso rastrillos de bambú, cestas y ábacos, que rara vez se veían en los cuadros.La gente se pregunta por qué Qi Baishi prefería pintar la vida ordinaria y cómo sus pinceladas consiguen iluminar el aura de las cosas comunes. Para entender sus pinturas primero hay que conocer al paisano de Xiangtan, en la provincia de Hunan: Qi Azhi.
En 1864, nació Qi Baishi en una familia campesina de lo más común en Yanziwu, Xiangtan, Hunan. Su familia le llamaba Azhi. El campo es un paraíso para los niños. Las gallinas y los patos eran ruidosos, los insectos y las mariposas bailaban, los camarones nadaban libremente en los estanques, y los niños de las familias campesinas crecían como las cosechas en los campos.
A los 19 años, Azhi aprendió el arte de tallar y, más tarde, aprendió a pintar. Más tarde entró en el círculo de literatos, convirtiéndose en un pintor famoso en Xiangtan. El sonido de los insectos en el campo era largo, al igual que los años. Pasó media vida. Quizás Azhi pensó que acabaría aquí, con la brisa de la montaña en sus sueños. Por desgracia, no pudo hacerlo.

Qi Baishi pintó los camarones de forma diferente a como se hacía antiguamente.
A la edad de cincuenta y cuatro años, debido a una época de agitación militar en Hunan, y el surgimiento de bandas en todos lados, Qi Azhi quien para ese momento todavía era una persona acaudalada tuvo que huir a Beijing, por los rumores que circulaban que iba a ser secuestrado.
En Beijing, se ganó la vida vendiendo pinturas en las calles, durante la década de 1920. Fue este autoexilio lo que condujo posteriormente al nacimiento del gran maestro Qi Baishi.
En Beijing, ciudad que cuenta con una profunda historia cultural, La pintura tradicional data de miles de años. Temas como el albaricoquero oriental conocido como Prunus mume, las orquídeas, los bambú y crisantemos, han sido plasmados en paisajes, y servido de inspiración. Cada pintor guarda en su corazón un libro de estos temas. Y Qi Baishi, el joven del campo de Xiangtan, era uno de ellos.
Después de vivir en el campo y viajar durante muchos años, aprendió a valorar el verdadero significado del conocimiento de la naturaleza.
Pintar la vida viva en la tierra, es completamente diferente del estilo del artista tradicional. Las pinturas de Qi Baishi son probablemente un tipo de lenguaje nativo en las pinturas de ese momento, no usa temas clásicos, , no son excesivamente sentimentales y no imita a los antiguos. Son como un soplo de aire fresco. Sin que Qi Baishi lo supiera, sin darse cuenta, abrió una ventana nueva para la pintura china, y el interés simple e inocente se despertó con este nuevo estilo.
En las décadas de 1970 y 1980, las pinturas de Qi Baishi sirvieron de inspiración en temas que se imprimieron en vajillas, termos y lavabos. Y aun cuando el ciudadano común, no pudiera tener un nivel cultural elevado, o estar relacionado con las artes, sabe reconocer las pinturas de Qi Baishi, quien fue llamado "el pintor del pueblo".

Qi Baishi, uno de los artistas modernos más célebres de China.