El 24 de agosto se cumplen seis meses desde que Rusia iniciase sus operaciones militares especiales en Ucrania. También en esta fecha Ucrania conmemora el Día de la Independencia de la antigua Unión Soviética en 1991. Pero las celebraciones se han suspendido y se ha impuesto el toque de queda en varias ciudades del país. El presidente Volodímir Zelenski recuerda a los ciudadnos que se mantengan alerta, advirtiendo de la posibilidad de que Rusia pueda hacer algo cruel.
En Kiev, se han puesto en marcha medidas preventivas con el objetivo de proteger a sus habitantes, a los que se les ha pedido que no se concentren en grupos numerosos. En la calle principal de la capital, una hilera de tanques rusos capturados ocupa el arcén, en un intento de imbuir un ambiente festivo en la población para celebrar la independencia, en contraste con el miedo después de las advertencias de las autoridades.
Asimismo, se ha pedido a los funcionarios gubernamentales que permanezcan en sus domicilios ante la posibilidad de que Rusia ataque los edificios oficiales. En Járkov, la segunda urbe del país, se ha impuesto el toque de queda hasta el jueves 25 de agosto y se ha suspendido la llegada de trenes a la ciudad.

En la calle principal de la capital ucraniana, una hilera de tanques rusos capturados ocupa el arcén, en un intento de imbuir un ambiente festivo en la población para celebrar la independencia.