Shi Guoliang es un famoso pintor contemporáneo de figuras en China. Ha creado varias pinturas de figuras con temas étnicos, como "Otoño dorado", "Danza de las montañas de Tianshan" y "Recogiendo patatas", centradas en la vida de la época en un estilo realista. En la temporada dorada del otoño, Shi Guoliang se embarcó una vez más en un viaje inspirador a Xinjiang. Esta vez, las costumbres étnicas del norte y el sur de las montañas de Tianshan y las epopeyas heroicas de la meseta de Pamir se han convertido en vívidos cuadros bajo su pincel.

Shi Guoliang no puede recordar cuántas veces ha venido a la meseta de Pamir, pero cada vez encuentra algo nuevo y gratificante. La Epopeya de Manas, que se ha transmitido durante miles de años, es un himno heroico transmitido de generación en generación por el pueblo kirgiz.

Shi se sintió profundamente conmovido por los cánticos del legado cultural milenario a lo largo de la Ruta de la Seda.

"Por ejemplo, la postura de torsión y cómo se realiza, cómo son las manos, creo que los dedos pueden omitirse, pero las muñecas deben pintarse. Cuando el cuerpo y el cuello se retuercen, hay una sensación de movimiento, así que después de capturar este punto, hay un cambio en la postura, así la pintura será muy vívida”, dijo Shi Guoliang, artista de primera clase de la Academia Nacional de Pintura de China e investigador de la Academia Nacional de Arte de China.

Shi Guoliang, licenciado en el Departamento de Pintura China de la Academia Central de Bellas Artes, estudió con Jiang Zhaohe, Huang Zhou y Zhou Sicong, entre otros maestros de la pintura china. A partir de la década de 1980, Shi se lanzó a un proyecto de creación de temas fronterizos, completando una serie de obras representativas como "Sutras de piedra", "Danza de las montañas de Tianshan" y "Boda tayika". Entre ellos, el tema tibetano "Sutras de piedra" ganó el gran premio de la UNESCO en el vigesimotercer Concurso Internacional de Arte contemporáneo de Monte Carlo, por el que Shi Guoliang recibió una mención honorífica nacional.

La obra "Sutras de piedra" de Shi Guoliang.

“Una chica vestida de rojo, persiguiendo a un rebaño de ovejas blancas, cantando y moviéndose era muy hermoso. Tuve que encontrar una forma adecuada de pintarla, porque la misma forma que había hecho antes era toda en negro. Así que tuve que encontrar una forma adecuada de conciliar la tinta y el color. Este método se llama tinta y lavado, con pincelada a mano alzada y color pesado y la combinación de pincelada fina y pincelada a mano alzada” dijo Shi.

En los últimos 30 años, las huellas de Shi se han extendido por las fronteras de China, y su amor por la creación de temas étnicos también le ha permitido cosechar una serie de obras maestras que emanan una fuerte sensación patriótica y tienen un distintivo sello de la época. En 2021, la "Ciudad natal de la princesa Wencheng", creada por Shi Guoliang, fue recopilada por la Academia Nacional de Pintura de China. En la pintura, Shi Guoliang incorporó la imagen de sí mismo sosteniendo la tierra de la ciudad natal de la princesa Wencheng en la pintura, y usó pinceladas delicadas para representar escenas del pueblo tibetano que conmemoran a la princesa Wencheng.

"Espero que mi creación sea así, basada en el humanismo y con el humanismo como tema principal, todo sobre la gente y la naturaleza, la gente y la vida, la gente y la gente. Creo que dentro de unos cientos de años, cuando el público vea este cuadro que explica la historia de la princesa Wencheng, seguirá sintiendo lo mismo que yo, y querrá ver a la princesa Wencheng, tener un diálogo con ella. Debe. Me encantaría poner a la gente en ese tiempo y espacio", añadió.

Forma parte de la creación de Shi Guoliang establecer una relación emocional con el sujeto de su creación, hacerse amigo de los personajes de sus cuadros.

En 2019, cuando Shi Guoliang estaba en el condado autónomo tayiko de Tashkurgán para capturar algunos paisajes, sorprendió a un joven tayiko, Zimunih, en una gran ceremonia de boda étnica. El momento más dulce y feliz de la vida de la pareja fue registrado por Shi Guoliang y se convirtió en una preciosa bendición. Debido a la pintura, Shi Guoliang y Zimunih formaron una duradera amistad. Esta vez hizo un viaje especial para visitar a viejos amigos.

En los últimos tres años, la vida de Zimunih ha experimentado cambios gratificantes: su esposa se ha convertido en funcionaria y su taller se ha vuelto cada vez más próspero. En 2020, toda la familia se mudó a una nueva casa construida por el gobierno local de forma gratuita y ha tenido una hermosa hija.

"En esta visita he tenido la sensación de estar visitando a unos parientes, porque aquella visita fue un encuentro casual, y esta es una visita familiar. Cada vez que me adentro en un lugar, hago muchos amigos. Y todavía estoy en contacto con muchos de ellos. Ellos se acuerdan de mí después de décadas, y a veces vienen a visitarme cuando vienen a Beijing", explicó.

"Siento que volver a Tashkurgán, me ha dado un nuevo impulso y deseo de crear".

Shi Guoliang es un famoso pintor contemporáneo de figuras en China.

En la tercera parada de su gira por Xinjiang, Shi Guoliang llegó al puesto fronterizo de Hongqilafu, a 4.773 metros de altitud. Situado en la meseta del Pamir, el contenido de oxígeno en el aire de Hongqilafu es sólo la mitad que el de la llanura, el viento está por encima del nivel 8 durante todo el año y la temperatura mínima es de menos 40°C. Se conoce como "zona sin vida". Los soldados destacados aquí resisten la falta de oxígeno, luchan contra el frío y soportan la soledad, dedicando su juventud y su entusiasmo a la puerta fronteriza del país.

"Este cuadro es sólo una expresión de mis sentimientos hacia estos soldados que custodian la frontera, que llevan años y años en este lugar para guardarla. Es bastante sencillo e improvisado, pero creo que representa mis sentimientos", destacó Shi.

El viaje de 15 días ha terminado y los rostros vívidos en el cuaderno de bocetos de Shi Guoliang le hicieron olvidar su agotamiento y su arduo trabajo. El día de su regreso a Beijing, dejó su equipaje y Shi se sumergió en su estudio.

"Creo que el cuaderno de bocetos es en realidad el 'electrocardiograma' de la vida profunda del pintor, porque en la vida real a veces estas emocionado, tanto que tendrás prisa, mucho pánico, el corazón latirá más rápido, así que lo dibujas rápidamente en un borrón, que es una especie de estado mental. Es una especie de reacción del estado psicológico, así que lo llamo electrocardiograma. Espero que cuando más espectadores observen mis obras, vean también que nuestros diferentes grupos étnicos son como una gran familia, que se aferra a ella como los granos de la granada, abrazándose fuertemente, una gran familia particularmente perfecta. Espero que, cuando vean mis cuadros, compartan la felicidad que hay en ellos", expresó.

Con su sólida base artística y su diligente estado creativo, Shi Guoliang escribe su alabanza a la vida, su elogio al pueblo y su registro del tiempo con sus rollos de pincel y tinta. Para él cada reunión es un bautismo espiritual, y cada creación es una actualización de su poder de cepillado. Solo de esta manera podemos estar a la altura de los años dorados, la vida ardiente y la gente encantadora.

Con su sólida base artística y su diligente estado creativo, Shi Guoliang escribe su alabanza a la vida, su elogio al pueblo y su registro del tiempo con sus rollos de pincel y tinta.