La mayor sorpresa de la jornada inaugural de esta Liga de Campeones llega desde Italia. El Liverpool, vigente subcampeón de la competición y ganador de la Orejona en 2019, arrastró al torneo continental su decepcionante inicio de competición en la Premier. En su feudo del estadio Diego Armando Maradona, quizás inspirados por su nombre, los napolitanos propinaron una soberana humillación al equipo inglés.
102 días después de caer derrotados en la final continental frente al Real Madrid en una caótica noche en el Estadio de Francia, el Liverpool regresaba a la acción continental en busca de la que podría haber sido la séptima victoria a domicilio en la competición, un récord para el club.
Desde el principio del partido quedó claro que no iba a ser así. Cinco minutos tardó Zielinski en adelantar a los italianos después de un penalti por mano de Milner.
La defensa de los de Klopp era una autopista para los napolitanos. Una combinación letal entre los delanteros locales permitía a Alisson subir el segundo al marcador.
Antes del descanso Simeone conseguía el tercero, y su primer gol como jugador del Napoles. La carnicería continúo en la reanudación, con el segundo de Zielinski después de un rebote.
Luis Diaz anotó un gol a continuación para los Reds, que de poco sirve para maquillar un escandaloso marcador final de 4 a 1. Jurgen Klopp mostró su preocupación sobre su defensa, mientras que Luciano Spalleti intenta contener la euforia de su equipo después de tamaña victoria.

Jurgen Klopp mostró su preocupación sobre su defensa.