En un año de las elecciones presidenciales polarizadas, la mayoría de los brasileños dicen tener miedo a las agresiones por motivos políticos. Los datos fueron publicados el pasado jueves por el Instituto Datafolha, por encargo de la Red de Acción Política para la Sostenibilidad y el Foro Brasileño de Seguridad Pública. Los resultados muestran que el 67,5% de los encuestados temen ser agredidos por opciones políticas o partidistas.
La encuesta se publica en medio de un periodo de la tensión política en Brasil, a medida que se acercan las elecciones presidenciales, que se celebrarán el 2 de octubre. El escenario actual electoral del país muestra una fuerte polarización entre los dos principales candidatos, que representan ideologías políticas completamente diferentes. Por un lado, el presidente de derecha Jair Bolsonaro (Partido Liberal) busca la reelección. Por otro lado, el candidato de izquierdas y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) intenta volver a ser presidente de Brasil .
Lula lidera los sondeos electorales hasta el momento. El último sondeo electoral, publicado el pasado jueves por Datafolha, muestra que Lula tiene el 45% de las intenciones de votos, mientras que Bolsonaro tiene con el 33%. Le siguen Ciro Gomes (PDT) con un 8% y Simone Tebet con un 5%. Los demás candidatos representan el 2% de las intenciones de votos.
Para el politólogo Alberto Carlos Almeida, la polarización política en Brasil es normal, lo que no es normal es el nivel de violencia presente en la sociedad actual del país.
Un ejemplo de violencia ocurrió en julio de este año en la ciudad de Foz do Iguaçu, en el estado de Paraná. En la noche del 9 de julio, un funcionario del Partido de los Trabajadores fue asesinado a tiros por un policía criminal partidario de Bolsonaro, Jorge Guaranho, mientras celebraba su 50 cumpleaños con una fiesta cuyo tema era el Partido de los Trabajadores, el partido del candidato Lula da Silva.
Otro episodio ocurrió en el estado de Mato Grosso, donde un simpatizante de Bolsonaro mató a puñaladas a un partidario del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva tras una discusión sobre política en la zona rural de la ciudad de Confresa.
"En Brasil no hubo violencia política entre ciudadanos en ninguna de las otras elecciones y ahora tenemos algunos episodios", dijo Almeida. También destacó que el momento político de violencia en Brasil es único y diferente en comparación con las polarizaciones anteriores, cuando no había violencia ni siquiera con los desacuerdos entre los candidatos.
"En la primera elección de la redemocratización, Collor (Fernando Color de Melo, expresidente) y Lula, hubo una polarización. Collor, en 1989, movilizó los símbolos nacionales, la bandera verde y amarilla, dijo que Brasil no tendría bandera roja. Lula movilizó los símbolos del Partido de los Trabajadores", explicó el cientificista político, añadiendo que el escenario violento es una novedad en la democracia brasileña.
La encuesta de Datafolha también reveló que el 3,2% de la población nacional sufrió violencia por motivos políticos en los últimos 30 días.
"Necesitamos vivir en un régimen y la democracia lo contempla, que la gente tenga, por ejemplo, libertad para expresarse. Este es un derecho básico de un régimen democrático. Si tenemos una sociedad con miedo, significa que puede haber menos gente que se manifieste y haga valer su voz y su derecho a manifestarse, y eso es una amenaza para la democracia", dijo Mônica Sodré, politóloga y directora ejecutiva de la Red de Acción Política para la Sostenibilidad.
En total, 2.100 personas participaron en la encuesta entre el 3 y el 13 de agosto de 2022, constituyendo una muestra representativa de la población brasileña de 16 años o más, en unos 130 municipios pequeños, medianos y grandes.
El margen de error de la encuesta es de más o menos 2 puntos, considerando un intervalo de confianza del 95%.