Durante los últimos 70 años, la etnia bai, al igual que los otros 54 grupos étnicos minoritarios de la nación, ha experimentado una serie de cambios radicales en todos los aspectos de su vida. 

Del mismo modo que los otros habitantes de su pueblo, Yang Lawan está ocupado recolectando nueces de macadamia en esta estación. Sobre el mapa, ellos ni siquiera pueden identificar de dónde vienen las nueces, pero con la ayuda del gobierno local, ese exótico manjar está generando cuantiosos beneficios para esta pequeña localidad de la provincia suroriental de Yunnan, el hábitat que concentra el mayor número de miembros del grupo étnico de'ang, el cual está compuesto por una muy pequeña población.  

"Solíamos cultivar arroz y maíz, cultivos que generan beneficios económicos limitados. Con ellos apenas podíamos sostener nuestra manutención. Después de introducir las nueces de macadamia, ahora podemos ganar más dinero para otros usos", dijo Yang Lawan.

Esta ciudad se ha beneficiado del impulso de la nación para reducir la pobreza, así como de las políticas preferenciales hacia las minorías étnicas, de modo que ha experimentado importantes cambios. 

Durante los últimos 70 años, la etnia bai, al igual que los otros 54 grupos étnicos minoritarios de la nación, ha experimentado una serie de cambios radicales en todos los aspectos de su vida.

Los cambios para las personas de la etnia de'ang constituyen un ejemplo del desarrollo de las 55 minorías étnicas de China en el transcurso de las últimas siete décadas. Durante unos cuantos años, la mayoría de los grupos étnicos vivían de una forma primitiva en áreas aisladas, donde la opresión y la explotación estaban a la orden del día. Pero desde la fundación de la Nueva China en 1949, todo empezó a cambiar. La prioridad fue promover la igualdad a través de diversas medidas.  

"Institucionalmente, cada grupo étnico tenía asegurados ciertos asientos en el máximo órgano legislativo y consultivo político. Y el país puso en marcha el sistema de autonomía étnica en algunas regiones para garantizar que los nativos eran los dueños de sus propios asuntos. Estas medidas resolvieron adecuadamente el problema de la discriminación en la historia", explicó He Ming, profesor de etnología de la Universidad de Yunnan.

En base a lo anterior, el gobierno central ha venido promoviendo la solidaridad entre las diferentes etnias. El profesor He Ming señala que esto es vital para el desarrollo de cada etnia y del país como un todo.  

Wang Pinzhen nació en el seno de una familia tradicional de la etnia bai. Su yerno y su nuera proceden de los grupos étnicos han e yi respectivamente. Wang ha sido testigo de cómo la integración de las distintas culturas étnicas ha tenido un impacto positivo en este remoto pueblo.  

"Aunque los habitantes del pueblo proceden de diferentes grupos étnicos, parece como si tuviéramos el mismo origen y vivimos como en una gran familia. La armonía es muy importante incluso para una única familia", explicó Wang Pinzhen.

Los expertos afirman que, a medida que la calidad de vida de las minorías étnicas sigue mejorando, la protección y la herencia de su tan singular cultura, también es fundamental. 

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