La ciudad de Panjin, en la provincia septentrional de Liaoning, es conocida en toda China gracias a sus llamadas atracciones "rojas", especialmente cuando llega la Fiesta de Medio Otoño. A lo largo de los últimos años, la calidad de vida de sus residentes ha mejorado drásticamente.
Preguntamos por los grandes cambios ocurridos en la aldea Dapuzi, en Panjin, a lo largo de los últimos años. La respuesta de un funcionario no pudo haber sido más realista. "Ya no hay lodo en sus pies. Las carreteras eran bruscas y quedaban anegadas en días lluviosos. Ahora, los aldeanos no necesitan llevar botas cuando llueve. Muchos de ellos incluso andan por la calle con sus pantuflas", dijo Luo Di, secretario del PCCh en la aldea Dapuzi.
Según el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China, cerca de un 80 por ciento de las aldeas del país han llevado a cabo campañas de limpieza desde finales del año pasado. Las iniciativas han beneficiado a muchos residentes rurales. Y eso incluye a las aldeanas que suelen bailar en las plazas.
Según una residente de la aldea, "es mucho más cómodo bailar en esta nueva plaza. Solíamos hacerlo en calles sucias donde venden carbón. Después de algunos bailes, terminábamos cubiertas de arena y suciedad, desde la cabeza hasta a los dedos de los pies."
Más allá de la mejora del entorno de vida, los ingresos de los aldeanos también han aumentado, gracias, en buena parte, a una variedad especial de tomate cultivado en tierra alcalina.
Quitando los costes, un invernadero de tomates alcalinos puede generar unos 80 mil yuanes al año, unos 11 mil dólares, tres mil más que el PIB per cápita de la provincia de Liaoning en 2018.
Las autoridades de la aldea trabajan para impulsar el turismo agrícola. Alentan a los campesinos a celebrar eventos como la recogida de fresas, para que los urbanitas puedan disfrutar la vida en el campo.
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