A lo largo de los últimos 70 años, la industria de la energía de China ha experimentado numerosos cambios. Según la Administración Nacional de Energía de China, el país ha alcanzado logros remarcables y ha dado pasos históricos en el sector. China ya es el principal productor y consumidor de energía del mundo y, por ello, promete asumir mayores responsabilidades en la gobernanza internacional.
Desde su fundación, hace 70 años, la República Popular China ha construido un sistema de suministro diversificado de fuentes de energía y ha ampliado su capacidad de producción y de suministro de energía.
Según la Administración Nacional de Energía de China, debido al desarrollo de energía a base de carbón, electricidad, petróleo, gas natural y energías renovables, el país se ha convertido en el mayor productor de energía del mundo. China produce el 80 por ciento de la energía que consume.
Zhang Jianhua, director de la autoridad de la energía, detalló que la producción total en China de energía primaria aumentó desde las 24 millones de toneladas de carbón en 1949, hasta los 3.770 millones de toneladas en 2018. Es decir, el volumen se multiplicó por 158.
En 1953, el consumo de carbón en el país suponía el 94,4 por ciento del total de energía. La proporción ha descendido hasta el 59 por ciento, debido al desarrollo de las energías limpias.
En 2018, las fuentes de energía no fósiles, como la eólica, la solar, la hídrica y la nuclear, generaron más de 2 mil kilovatios por hora de electricidad, representando el 29,9 por ciento del total de la energía generada en China.

En 2018, las fuentes de energía no fósiles, como la eólica, la solar, la hídrica y la nuclear, generaron más de 2 mil kilovatios por hora de electricidad.
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