Los israelíes se dirigen a las urnas para su quinta elección general en menos de cuatro años tras el colapso de un gobierno de coalición.  

Benjamín Netanyahu, destituido como primer ministro el año pasado, está haciendo campaña para regresar junto a sus aliados de extrema derecha. El primer ministro, Yair Lapid, busca mantenerse en el poder. Su partido centrista Yesh Atid está ligeramente por detrás del derechista Likud de Netanyahu en las encuestas de opinión. Netanyahu está siendo juzgado por cargos de corrupción, que él niega. Los últimos sondeos de opinión publicados la semana pasada mostraban que seguía sin alcanzar los 61 escaños necesarios para obtener la mayoría en la Knesset de 120 asientos.