Cada 4 años, el Mundial de fútbol nos deja grandes historias de seguidores que viven todo tipo de aventuras y recorren el mundo para poder ver a su selección. En Brasil, una de las historias más famosas es la que protagonizaron en 1970 los amigos Ivan Charoux y Fael Sawaya, quienes viajaron en un Fusca desde Sao Paulo hasta México para ver su selección, de la que acabaron haciendo amistad con todos sus jugadores.

Durante un almuerzo, los dos amigos, que eran dueños de una tienda de automóviles, decidieron ir a México en coche. Viajaron hasta Lima y luego hasta Guayaquil, donde embarcaron en un ferry hasta Colón, en Panamá, para seguir por carretera hasta Guadalajara, donde la selección brasileña jugaba sus partidos en el Mundial.

"Al principio, fuimos hasta Lima, en Perú, en 6 días, eran cerca de 6.000 kilómetros desde Sao Paulo, sin parar el motor, sin ducharnos, sin parar, ni para comer, porque no queríamos demorarnos. Éramos jóvenes, teníamos toda la juventud a favor nuestro y resistimos bien, pero desde Lima, el trayecto empezaba a hacerse duro, y bajamos a conducir cada unos 500 kilómetros, pero llegamos a un punto de cansancio que mirábamos el panel y cuando llegábamos a los 500 kilómetros exactos, parábamos el coche donde estuviéramos y cambiábamos de lugar, uno iba durmiendo y el otro conduciendo, pero incluso durmiendo, el viaje era cansado, el Volkswagen era poco confortable", comentó Ivan.

El compañero de Ivan, Fael, fue una de las primeras víctimas de la COVID-19 en Brasil y murió en 2020. Su hijo, Fernando, recuerda orgulloso las historias que le contaba su padre sobre el viaje: "Ivan y Fael llegaron a Guadalajara el mismo día del debut de Brasil en el Mundial, aunque todavía tenían que resolver un problema: no tenían entradas para ver a Pelé y compañía. La suerte y la casualidad quiso que se toparan con unos mexicanos con los que entablaron amistad rápidamente, les consiguieron entradas y además, los hospedaron en casa."

En una época en la que los aficionados no viajaban tanto para ver el Mundial y en el que era mucho más fácil el contacto con los jugadores, Ivan y Fael se hicieron amigos de algunos de los jugadores de la "canarinha", que terminó ganando el Mundial, y pudieron estar en la fiesta de los campeones.

"La fiesta de los ganadores de la Copa, fueron a la fiesta con los jugadores en el hotel, porque conocían el portero de Brasil, a Félix, y estuvieron en la fiesta con los jugadores, es una cosa preciosa porque nadie más además de los jugadores estaba allí, y esto es una de las cosas que más le encantó, conocer los jugadores de la selección del 70, el tricampeonato de Brasil, con Pelé, el mejor jugador de la época de Brasil y creo que hasta hoy", dijo Fernando.

El viaje que Ivan y Fael hicieron a México hacia 52 años ganó tanta repercusión y popularidad que incluso lo repitieron en 2014 para hacer un documental que acaba de estrenarse.

Cuando pasaron por Panamá, los dos brasileños compraron una cámara con lo que lo filmaron todo, algo que permitió dar a conocer en imágenes sus vivencias durante el viaje y el Mundial e inspiró una serie documental, en la que los dos brasileños repitieron, 44 años después, el mismo trayecto hasta México.

"Compramos un Fusca, igual que el de 1962, lo diseñamos igual que en la época, y salimos desde Sao Paulo hacia Guadalajara con un Fusca y con el equipo detrás filmando, intentamos hacer igual como ellos hicieron en 1970, sin visados. Salimos de Sao Paulo con una furgoneta cargada de equipamientos caros, sin visados, sin nada, y fuimos enfrentando frontera con frontera, hasta llegar a México. Por ejemplo, en la frontera entre Bolivia y Perú no nos dejaban pasar, intentamos negociar sin éxito y lo que lo solucionó fue cuando Fael e Ivan, sacaron una camisa de la selección brasileña, explicaron a los policías que habían hecho en 1970, contaron su historia, y el jefe del puesto aduanero se emocionó y nos dejó pasar siempre que le firmaran la camiseta de la selección brasileña de 1970, que le dieron al jefe de la aduana", detalló Cassio Pardini, director del documental.

En total, el viaje de Ivan y Fael en 1970 duró ocho meses y llegaron a Alaska, antes de emprender el camino de vuelta hasta Sao Paulo, donde llegaron el día antes de Navidad tras recorrer 66.000 kilómetros.