Desde México acompañaron a la selección de Argentina en su escabroso camino de 120 minutos y un poco más para levantar la Copa del Mundo. 

Con una temperatura inferior a los diez grados Celsius, cientos de personas asistieron al FIFA Festival 2022 para seguir la final del mundial de Catar. México no jugaba y el cuórum era mínimo ante el Monumento a la Revolución, pero una urbe multicultural traía argentinos y franceses originales al escenario. También se hacía presente la empatía que olvidaba que fue la albiceleste quien hirió de muerte al Tri en la cita más grande del fútbol. 

Desde el Obelisco argentino llegaron al Monumento a la Revolución para sentir a su Argentina cerca. Pensar que el mismo sol de su bandera podría bañar la victoria de los liderados por Lionel Messi, era un anhelo de millones. Los más veteranos no lo viven desde 1986 cuando, aquí en México se llevaron la copa. Los más jóvenes solo lo han visto en libros de leyendas.

Los que hicieron borrón y cuenta nueva a favor de la pecosa y la empatía latinoamericana, celebraban como propios los goles argentinos. Franceses ensayaban su llanto cuando los minutos de vida se acababan. Agónicos, tomaron aire. El partido se empata antes de ir al extra-tiempo.

Un concreto que normalmente se tiñe de verde, hoy era de azul con diferentes tonalidades. Gritos, zozobra, ansiedad. Argentina vuelve a marcar y ya se sentían campeones, pero los gallos azules se niegan a ser desplumados y llega la anotación salvadora.