El Año Nuevo chino es la festividad más importante desde que China optimizó las medidas de respuesta a la COVID-19 y relajó las restricciones a los desplazamientos. Debido a todo ello, la industria turística del país está experimentando un fuerte repunte, tanto a nivel nacional como internacional.

Los datos de la agencia de viajes en línea TongCheng Travel muestran que en los primeros tres días de vacaciones, las reservas de hoteles nacionales y de atracciones turísticas aumentaron en un 56 y en un 79 %. Las ventas de billetes de avión nacionales, por su parte, también aumentaron un 30 %. 

La ciudad costera de Sanya, en la provincia de Hainan, en el sur de China, es uno de los destinos más populares de vacaciones. Los turistas aumentaron en más del 62 %  interanual el 23 de enero y la tasa de ocupación promedio de los hoteles en las áreas turísticas de la ciudad, como la Bahía de Haitang y la Bahía de Yalong, superó el 90 %.

El interés por viajar al extranjero también se ha disparado. Las búsquedas de viajes internacionales en TongCheng Travel aumentaron un 224 % mensual, y las reservas de billetes internacionales en los primeros tres días de las vacaciones aumentaron un 218 % año con año.