Los líderes africanos se reunieron el fin de semana en Adís Abeba para la Cumbre de la Unión Africana que congregó a los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembro del bloque para discutir los desafíos más importantes que enfrenta el continente. El cambio climático y la seguridad fueron dos de los temas más importantes.

En la cumbre destacó el llamamiento a un alto el fuego propuesto por los líderes del proceso de paz liderado por la Unión Africana al Gobierno de la República Democrática del Congo y a los rebeldes en la región oriental del país. El acuerdo requiere que los insurgentes se retiren de sus posiciones fortificadas.

El 18 de febrero, la política internacional ocupó el centro de la escena con la expulsión de la delegación israelí de la reunión plenaria.

Israel ha estado buscando obtener el estatus de observador en la Unión Africana, aunque ha sido objetado por varios de los países integrantes de la organización.

Respecto de la región del Sahel, continúa el debate sobre la implementación de sanciones sobre países que enfrenten golpes de Estado. El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, cuestionó la efectividad de ese tipo de medidas.

La Unión Africana también está debatiendo si reincorporar a Mali, Burkina Faso y Guinea, cuyas membresías fueron suspendidas después de enfrentar golpes de Estado.

Los delegados también discuten sobre cómo acelerar la implementación del Área de Libre Comercio Continental Africana, enfrentar los desafíos del cambio climático y establecer mecanismos para construir sistemas alimentarios resilientes.