Después de que EE. UU. derribó una aeronave meteorológica de uso civil de China que había entrado en el espacio aéreo de EE. UU. debido a fuerza mayor, el ejército de EE. UU. procedió a derribar más globos pequeños. Los medios de comunicación estadounidenses exageraron con frecuencia un supuesto vínculo entre estos objetos de gran altitud no identificados y China. El ex empleado de la NSA, Edward Snowden, llegó a cuestionar la decisión de la Casa Blanca de gastar 400.000 dólares en misiles contra 12 globos. La reacción exagerada no solo causó sensación internacional, sino que también reveló lo ridículo de las políticas hiperagresivas pero políticamente correctas de Estados Unidos hacia China.
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