La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, acusó a Occidente de tratar de encubrir su propio crimen por las explosiones del oleoducto de Nord Stream. Ella indicó el 23 de febrero que las explosiones, un ataque directo contra la seguridad energética y la ecología, normalmente habrían provocado llamadas inmediatas en Occidente para investigaciones internacionales. 

Más temprano ese mismo día, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, informó que Rusia continuará trabajando para evitar que Occidente silencie la investigación de los responsables del sabotaje de los oleoductos.

"Nos dimos cuenta de que no quieren centrarse demasiado en este tema y tratamos de dejarlo pasar. Continuaremos con nuestros esfuerzos. No dejaremos que ganen", dijo Dimitri Peskov.